Más de doscientos trabajadores de dos localidades misioneras se unieron al grupo de empleados que se transformaron en sus propios patrones, al hacerse cargo de emprendimientos “recuperados” luego de varios meses de crisis y la posibilidad cierta del cierre de las fábricas.
La producción continúa Por Héctor Medina
El ejemplo más destacado de las dos es el de la Cooperativa de Trabajo Amanecer Limitada, que se hizo cargo formalmente de las instalaciones y maquinarias de la ex MBM S.A.I., mediante un contrato que establece el alquiler de “la parte del establecimiento maderero que posee la primera en la localidad de Colonia Delicia, sobre ruta nacional 12 a la altura del kilómetro 1.570, provincia de Misiones”.
El alquiler del aserradero, que realiza laminado de terciados, ensambles de madera y paneles multilaminados, entre otros productos, se extenderá por cuatro años, y se consideró pagado por adelantado con los créditos laborales de los trabajadores de MBM, que se encuentra concursada.
El acuerdo fue firmado con la presencia de 27 de los 31 integrantes de la Cooperativa Amanecer Ltda., el empresario Carlos Ferreyra, y los asesores legales de ambas partes. Jorge Valenzuela, director general de Legislación Laboral, suscribió el acta en representación del Ministerio de Trabajo de la provincia.
Según informó a este medio Alicia Rivas, del Movimiento Social Misionero (MSM-CTA), las gestiones para la puesta en marcha del aserradero contaron con el asesoramiento de trabajadores del Hotel Bauen y del Instituto Nacional de Economía Social (INAES), mientras que desde el gobierno provincial comprometieron la gestión de subsidios y créditos blandos para la continuidad productiva del emprendimiento.
Pero el de Amanecer no es el único caso en la provincia, ya que a esta empresa se suma la experiencia que desde hace varios meses llevan adelante en la Papelera Piray, ex Planta Celulósica Piray (PCP), ubicada en la localidad de Puerto Piray.
En este caso, se trata de 194 trabajadores que a principios de noviembre comenzaron a recibir capacitación para llevar adelante la cooperativa, mientras aguardan el desembolso de un crédito de $3 millones del gobierno provincial para comenzar la producción.
La planta se dedica a la elaboración de pasta de papel, y los trabajadores gestionaron la conversión en cooperativa luego de una larga crisis y de ocho meses sin cobrar los salarios, lo que conllevó fuertes protestas de los operarios tras el cobro de haberes en cuotas y vacaciones forzadas.
En estos meses de crisis, los trabajadores recibieron subsidios REPRO del Gobierno nacional y bolsones de comida de los municipios en los que se encuentran las fábricas ahora recuperadas.
Hasta el momento, el gran déficit de ambas cooperativas es la falta de experiencia en cuanto a lo que tiene que ver con la gestión de una empresa, algo que esperan suplir con la asistencia a nivel de capacitación que están recibiendo, y la conexión con organizaciones como la Federación de Cooperativas de Trabajo, que confían que los ayudarán para salir adelante.
http://www.elargentino.com/nota-68156-Trabajadores-misioneros-impulsan-fabricas-recuperadas.html