Investigaciones realizadas en animales muestran resultados alentadores no sólo en giardiasis, sino que la vacuna podría ser usada para malaria o para el mal del sueño. El desarrollo de la investigación y sus alternativas para mejorar la calidad de vida
Los parásitos se caracterizan por su gran capacidad de adaptación a cambios del medio ambiente. La mayoría de ellos ocupan diferentes nichos durante sus travesías por vectores y hospedadores por lo que han desarrollado extraordinarios mecanismos de defensa que les permiten sobrevivir en condiciones ambientales que de otro modo los destruirían.
Así, la supervivencia de los microorganismos patógenos depende no sólo de su habilidad para colonizar un organismo sino también de su capacidad para contrarrestar los mecanismos de defensa del huésped. De este modo, la patogenicidad o virulencia de los parásitos refleja la interacción dinámica entre ellos y el hospedador y su capacidad de respuesta a los sistemas defensivos del huésped, condición necesaria para la supervivencia parasitaria y el mantenimiento o transmisión de la infección.
Uno de los órganos que han utilizado los parásitos para su supervivencia es el intestino. El intestino es un sitio en el que hay un continuo desafío antigénico, entre ellos antígenos alimentarios, antígenos de la flora bacteriana normal y patógenos. Para los parásitos, el tracto gastrointestinal es un ambiente potencialmente hostil ya que existen mecanismos de defensa específicos que pueden generar poderosas respuestas inflamatorias hacia ellos. Sin embargo algunos parásitos han desarrollado mecanismos de evasión de la respuesta inmune, lo que les permite sobrevivir y completar su ciclo de vida dentro del huésped.
Hugo Luján, investigador del Conicet en el Laboratorio de Bioquímica y Biología Molecular, explicó que “como cada parásito tiene su mecanismo, lo bloquearon para generar parásitos que den respuesta inmune para todo tipo de variables antigénicas”.
En la actualidad, la única posibilidad de controlar la giardiasis es utilizando medicamentos cuyos principios activos no son eficientes, pueden presentar un gran número de efectos secundarios y ya se han registrado cepas de Giardia resistentes a ellos.
El desarrollo de vacunas efectivas contra parásitos gastrointestinales llevaría a evitar la infección en los huéspedes y también limitaría la diseminación de la enfermedad. Sin embargo, la realidad es que, a pesar de la cantidad de años que los investigadores han estado estudiando la posibilidad de implementar nuevas vacunas, hay pocas comerciales contra parásitos que infecten la mucosa.
Los diseños experimentales que se planteen en los próximos años para controlar las infecciones parasitarias gastrointestinales, ya sea a través de vacunación con antígenos recombinantes o ADN o por inmunoterapia pasiva, van a ser exitosos si previamente se analiza la información y se profundizan los estudios sobre la biología básica del parásito, las respuestas inmunes del huésped y cuáles son los antígenos que generan la inmunidad, si es que existen.
El avance
Los resultados constituyen un aporte original al estudio de la adaptación de parásitos, y permiten definir la propiedad intelectual no sólo de la tecnología sino también de los anticuerpos monoclonales desarrollados para la purificación de la familia completa de antígenos de superficie para la utilización de los mismos en formulaciones de vacunas.
La tecnología usada es aplicable no sólo para parásitos intestinales que manifiestan variación antigénica, sino para otros que poseen otra localización en el hospedador (tal el caso de Plasmodio, Trypanosoma, Candida, etc.).
http://www.diariohoy.net/accion-verNota-id-17000-titulo-Una_vacuna_contra_los_parsitos