Será en colaboración con la Universidad de Kyoto (Japón) y se da en el Día Mundial contra el Melanoma que se conmemora este martes
Foto: Gentileza Gaceta Médica.
Científicos argentinos trabajarán en el desarrollo de una vacuna recientemente aprobada contra el melanoma en colaboración con la Universidad de Kyoto (Japón) anunciaron hoy, en el marco del Día Mundial contra el Melanoma que se conmemora este martes.
La iniciativa es parte de un programa de colaboración con la Universidad de Kyoto para la búsqueda de nuevas terapias que complementen a la efectividad de la vacuna terapéutica contra el melanoma desarrollada por el doctor José Mordoh y que forma parte de los programas científicos que llevan adelante el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y Cáncer con Ciencia de Fundación Sales.
La vacuna argentina contra el melanoma, cuya investigación básica se llevó a cabo en la Fundación Instituto Leloir y la investigación clínica en el Centro de Investigaciones Oncológicas de la Fundación Cáncer (FUCA), se basa en la inmunoterapia, es decir en la capacidad de generar en el sistema inmunológico de las personas una respuesta para enfrentar a este tipo de cáncer, indicaron desde la Fundación Sales.
«La vacuna está indicada para pacientes que fueron operados de melanoma y presentan un riesgo intermedio, es decir que pueden tener posibilidades de volver a tener melanoma», señaló Mordoh.
El medicamento, que ya fue aprobado por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) se encuentra en su etapa de producción.
Cuáles son los futuros pasos de la vacuna
Con respecto a los futuros pasos, el médico señaló que «hace poco tuve la oportunidad de presentar en Japón los resultados de la vacuna. Estuve en la Universidad de Kyoto, donde se quedaron muy impresionados con nuestros resultados, y vamos a hacer proyectos en colaboración. Es una nueva era de mucho entusiasmo y de mucho aprendizaje».
Y añadió que «siempre hay que estar aprendiendo y tratando de ver en qué medida cada cosa se puede aplicar, porque nadie tiene que morir antes de tiempo».
De esta forma, se buscará mejorar la efectividad que actualmente posee la vacuna contra el melanoma para que cada vez más personas se beneficien con su aplicación. «No hay dos personas iguales, por eso tenemos que ver qué vacuna necesita cada persona. Este es otro aprendizaje sobre el cual estamos trabajando», puntualizó el especialista.
En la década del ’80, el doctor Mordoh comenzó a trabajar en la inmunoterapia, y durante los ’90 decidió centrar su investigación en melanoma, dado que las cifras de muertes por este tipo de cáncer iban en aumento.
Luego de más de 30 años de investigación, logró desarrollar una vacuna terapéutica contra el melanoma para pacientes que ya fueron operados y que tienen un riesgo medio de recaída.
«Llegó el momento de las vacunas antitumorales. Para mí, que fue una intuición en ese momento, es una especie de reconocimiento pero que, por otro lado, no permite descansar en ningún momento porque van apareciendo cosas nuevas», resumió.
Es impulsado por investigadores del CONICET y la empresa de base científico-tecnológica, Inmunova, en 16 hospitales. Trabajan para frenar la enfermedad y disminuir la dosis de diálisis
nvestigadores del Conicet y de la empresa de base científico-tecnológica, Inmunova, avanzan en un tratamiento para atenuar los efectos del Síndrome Urémico Hemolítico (SUH), una enfermedad que hasta la fecha no cuenta con un tratamiento específico, y que en abril finalizaría la Fase II, para pasar a Fase III.
El tratamiento en el que está trabajando el equipo de investigación busca frenar el avance de la enfermedad, disminuir el compromiso renal –es decir, reducir la incidencia de diálisis– y el extrarrenal, vinculado a la emergencia de complicaciones neurológicas. Si las pruebas tienen éxito, los efectos del tratamiento podrían llegar a traducirse en menos días de diálisis, más chances de que los pacientes no necesiten un trasplante y menos días de internación.
En Argentina se contabilizan cinco mil infecciones por año y el país cuenta con la mayor tasa de incidencia mundial en menores de cinco años.
En general, el origen de la SUH está vinculado al consumo de carne picada cruda o poco cocinada, la leche sin pasteurizar y las frutas y verduras contaminadas por la bacteria Escherichia coli, productora de una toxina denominada Shiga. “El SUH es la primera causa de insuficiencia renal aguda en niños y puede poner en peligro su vida”, alerta Vanesa Zylberman, directora técnica de Inmunova e investigadora del Conicet.
De Fase II a III
En este sentido, ya se inició la fase II del ensayo clínico, una etapa donde se evalúa seguridad y eficacia. A diferencia de la fase I, en que se hicieron las pruebas en voluntarios sanos y finalizó antes de la pandemia en el Hospital Italiano de Buenos Aires, la fase II se hace directamente en pacientes.
“La etapa actual, que iniciamos el año pasado y esperamos cerrar en abril o mayo, incluye alrededor de 50 pacientes. Son chicos con SUH que tienen entre 1 y 12 años, y se trata de un ensayo abierto, sin placebo. El control se conforma por la inclusión de pacientes históricos de los mismos hospitales que participan en el ensayo actual”, detalla Santiago Sanguineti, director de Desarrollo de Negocios en Inmunova.
Lo que se hace y lo que se viene
Del proyecto participan 16 hospitales de todo el país, incluyendo centros de salud de Buenos Aires, Córdoba, La Pampa, Mendoza, Neuquén y Santa Fe. “Para nosotros, este aspecto es sumamente importante porque estamos trabajando con expertos de la patología de distintos puntos, apoyándolos constantemente en su tarea y realizando reuniones periódicas para ir evaluando cómo transcurre el ensayo”, destaca Sanguineti.
El tratamiento implica la administración, previo consentimiento informado, de dos dosis del medicamento espaciadas por 24 horas por vía endovenosa, que se suman a las medidas de cuidado estándar de cada centro. Luego de este paso, se realiza un seguimiento del paciente durante 28 días, ya sea en internación o en forma ambulatoria. “Asimismo, existe un comité de monitoreo de datos que hace evaluaciones periódicas sobre la seguridad del tratamiento. Este grupo es independiente y está conformado por expertos en distintas especialidades”, agrega el integrante de Inmunova.
Por su parte, la fase III incluirá mayor cantidad de pacientes en un ensayo doble ciego con placebo. Esta metodología es para evitar cualquier tipo de sesgo y demostrar que el tratamiento efectivamente funciona.
Una toxina alarmante
Alrededor del 20 por ciento de los trasplantes de riñón, en infancias y adolescencias, son debido al SUH. Además, el 50 por ciento de los pacientes pediátricos necesita diálisis, el 20 por ciento presenta complicaciones neurológicas y entre un 1 y un 3 por ciento muere a causa de la enfermedad. El origen de este padecimiento es cuando la bacteria Escherichia coli se instala en el intestino del paciente y se libera la toxina Shiga.
“Inicialmente, la toxina afecta al epitelio intestinal, donde genera una diarrea sanguinolenta en la mayoría de los casos. Un 90 por ciento de los infectados por la bacteria logra curarse pero un 10 por ciento restante, al ingresar la toxina en el resto del organismo, desarrollan el Síndrome, donde se ven afectados el riñón, el sistema nervioso central y otras partes del cuerpo”, describe Zylberman.
Para dar una respuesta a este escenario, al paciente se le brindan anticuerpos contra la toxina proveniente de otra fuente, una técnica conocida como inmunidad pasiva. “Para obtener esos anticuerpos, creamos y patentamos desde Inmunova una molécula que tiene subunidades de la toxina shiga, lo cual es un trabajo sumamente complejo”, destaca la doctora en Química Biológica.
La molécula patentada fue inoculada y aplicada en caballos, lo que posibilitó la generación de plasma y una producción mucho más grande de anticuerpos que, sometidos previamente a un proceso de purificación y controles de calidad, fueron aplicados a los pacientes.
Vale destacar que a los animales no se les genera ningún tipo de problema de salud y que el proceso es muy parecido al realizado para desarrollar el suero híperinmune policlonal, tratamiento empleado contra el coronavirus. Este último, ya aprobado por ANMAT, fue aplicado en más de 25 mil pacientes durante la pandemia.
Se trata del prestigioso Premio Internacional Gairdner de Canadá 2023. Es el quinto argentino que recibe esta distinción. Quién es el obstetra José Belizán y por qué le dieron este galardón.
El médico obstetra José Belizán, investigador del Conicet del Centro de Investigaciones en Epidemiología y Salud Pública, recibió el prestigioso Premio Internacional Gairdner de Canadá 2023 en la categoría Salud Global «por el desarrollo de intervenciones globales innovadoras«.
«Estoy convulsionado, no me lo esperaba, es un premio muy jerarquizado, si bien la presidenta de Conicet, Ana Franchi, propuso que me presentara, lógicamente tenía muy bajas expectativas porque los premios, en general, son para los del Norte, Estados Unidos, Inglaterra», dijo Belizán.
El médico, rosarino, de 77 años, es el quinto argentino y el séptimo ganador latinoamericano. Los Premio Nobel Luis Federico Leloir y César Milstein, el cardiocirujano René Favaloro (creador del bypass coronario) y el neurocientífico Alberto Aguayo (nacionalizado canadiense, pero nacido en Bahía Blanca) fueron los otros argentinos que recibieron este galardón. Los otros ganadores de la región fueron el epidemiólogo brasileño César Victora (2017) y su colega colombiana Nubia Muñoz (2009).
Qué son los Premios Gairdner de Canadá
Los Premios Gairdner de Canadá reconocen a los científicos biomédicos más creativos y destacados del mundo que hacen avanzar a la humanidad y al mundo», según la web oficial de la Fundación Gaidner, y la categoría Salud Global «es otorgado a investigaciones con base científica que hayan mejorado la salud y el bienestar de quienes se enfrentan a desigualdades sanitarias en todo el mundo».
El reconocimiento a Belizán es «por el desarrollo de intervenciones globales innovadoras, basadas en evidencia y de bajo costo en la salud materno-infantil durante el período perinatal, mejorando el bienestar y la atención durante el embarazo, reduciendo la morbilidad y mortalidad, y promoviendo la equidad en poblaciones vulnerables», destacó la Fundación Gairdner, cuya sede está en Toronto, Canadá.
Por qué fue premiado José Bielizán
Belizán es investigador del Conicet y trabaja en el Centro de Investigaciones en Epidemiología y Salud Pública (unidad de doble dependencia entre esa institución y el Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria). También trabajó en el Laboratorio de Biología Ósea de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), donde centró su trabajo en la investigación aplicada en la salud durante el embarazo
Es editor en jefe de dos revistas internacionales y miembro del cuerpo editorial de diversas revistas científicas, entre ellas The Lancet.
Uno de los principales aportes de Belizán a la salud pública proviene de una observación que realizó hace más de 40 años, cuando se exilió con su familia durante la dictadura cívico-militar argentina, y trabajaba en el Instituto de Nutrición de Centro América y Panamá (Incap), en Guatemala. Su aporte fue en la investigación de la preeclampsia, es decir, la hipertensión en el embarazo.
«Comenzó como un estudio de observación, porque en ese país había muy bajo porcentaje de preeclampsia y pensamos a qué se asociaba. Y resulta que la costumbre maya indígena de Guatemala, cuanto más pobres son, más dependen del maíz, tienen una dieta muy pobre y sin accesos a lácteos», contó el obstetra. Su hipótesis fue que ingerían altas concentraciones de calcio y eso se relacionaba con la escasez de hipertensión durante el embarazo. «Dejaban el maíz la noche anterior en agua con cal y eso concentra calcio en las semillas, y eso era lo que los estaba protegiendo», detalló.
De regreso a Rosario, Belizán encaró un estudio exhaustivo con embarazadas y dio como resultado que quienes ingerían suplemento de calcio, tenían menos preeclampsia que quienes habían consumido el placebo. Su investigación «se publicó en la revista Nueva Inglaterra, que es muy prestigiosa, en el New York Times, otros replicaron nuestro estudio y eso hizo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendara a todas las mujeres con baja ingesta de calcio, que sea suplementada con calcio durante el embarazo».
El 30 de mayo participará de un evento en la embajada de Canadá. Y en octubre, será la gala de premiación. El premio se entrega desde 1959 y de los 460 ganadores y ganadoras, 96 de ellos después recibieron el Nobel, por lo que, al igual que el Premio Lasker, se lo considera una especie de «anticipo» de quienes tendrán el lauro, según remarcó el Conicet en un comunicado.
Los órganos bioartificiales son matrices generadas con células humanas, y es la fabricación de una matriz totalmente artificial mediante una bioimpresora, a la que luego se le agrega células humanas.
El Centro de Estudios Farmacológicos y Botánicos de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Buenos Aires (UBA) trabaja para generar la construcción de órganos bioartificiales con el objetivo de disminuir la problemática de la escasez de donantes y pruebas medicinales, se informó este lunes.
Los llamados órganos bioartificiales son matrices generadas con células humanas, y es la fabricación de una matriz totalmente artificial mediante una bioimpresora, a la que luego se le agrega células humanas.
Otra técnica, que es complementaria con la anterior, y con cualquiera de las otras alternativas, es la de tomar el órgano del donante, quitarle las células, y luego agregarle las células del receptor, lo que lo vuelve más compatible, y permite que no se produzca un rechazo por parte del sistema inmunológico porque las ve como propias, indicó la UBA en un comunicado.
Esta última es la técnica que viene trabajando el equipo de investigadores del laboratorio de inmunomoduladores y regeneración de órganos de la Facultad de Medicina de la UBA.
«La problemática del trasplante de órganos tiene dos aristas. La principal es la escasez de donantes, seguido de cerca por la necesidad de evitar que el órgano trasplantado sea rechazado», explicó el fisiólogo e inmunólogo, Eduardo Chuluyan, docente e investigador del Conicet.
Para que un órgano no sea rechazado, hay que reducir el trabajo protector del sistema inmunológico mediante la utilización de drogas inmunosupresoras. «La inmunosupresión lleva a un aumento de infecciones, razón por la cual la mayoría de los trasplantados suelen tener procesos infecciosos reduciendo la sobrevida del injerto y del paciente», contó el experto.
Chuluyan añadió: «La técnica que nosotros realizamos en el laboratorio es, básicamente, tomar el riñón de un animal y sacarle todas las células. Lo que queda es una especie de hormigón, la idea es reconstruir ese hormigón con otras células».
Si bien el tratamiento inmunosupresor de los trasplantados mejoró mucho para que no exista un rechazo en el corto plazo, no lo hizo en el largo plazo. «Nos dimos cuenta tras muchos experimentos, que para conseguir que todo el órgano se volviese a completar de células, se necesitaba de una cantidad tan alta que era casi imposible y extremadamente costoso», subrayó el investigador.
En ese sentido, luego de ocho años de investigación, el equipo dirigido por Chuluyan, logró el año pasado que un riñón bioartificial, acondicionado en la mesada de su laboratorio, fuera trasplantado y funcionara in vivo produciendo orina, en tres animales diferentes.
«Pudimos probar que se podía generar un órgano acondicionado para que produzca menos rechazo en animales de laboratorio. Pasar a humanos genera diferentes problemas, desde la disponibilidad de material, a los éticos», planteó el científico.
ctualmente están trabajando en aplicar todo ese conocimiento a órganos bioartificiales que puedan ser utilizados como plataformas de pruebas de drogas y tratamientos personalizados destinados a seres humanos. «Por ejemplo, cuando queramos probar un nuevo medicamento en un paciente, previamente podríamos construir órganos bioartificiales con las células de ese paciente, evitando ponerlo en riesgo», aclaró Chuluyan.
Esta plataforma tiene una perspectiva a futuro de mucha utilidad, son estructuras que podrán servir para mejorar otros métodos de trasplante, como el de los xenotrasplantes (trasplantes de células, tejidos y órganos). Pero lo más importante del proyecto, es la formación de recursos humanos en técnicas de avanzada en la creación de órganos bioartificiales», completó.
El estudio, coliderado entre investigadores del CONICET y de la UBA, y publicado en Molecular Therapy, alienta la realización de estudios preclínicos adicionales que puedan preparar el terreno para futuros ensayos clínicos.
Mediante una innovadora terapia génica experimental, especialistas del CONICET y colegas de distintos países lograron revertir los déficits de la memoria social y de objetos en un modelo preclínico de la enfermedad de Alzheimer (EA). Los resultados del trabajo se publicaron en Molecular Therapy y se dan a conocer en un contexto en el que esa condición neurodegenerativa – para la cual aún no se ha encontrado una cura – afecta a más de 35 millones de personas en el mundo y a más de 500 mil en Argentina.
“Los resultados que obtuvimos en ratones con EA son muy alentadores. El siguiente paso es probar nuestra terapia en un modelo de Alzheimer en rata que tiene un cerebro y corteza mucho más desarrollados que el ratón y un repertorio conductual más complejo. Si superamos esta etapa, actualmente en desarrollo en nuestro laboratorio, el siguiente paso sería probar su eficacia y seguridad en ensayos clínicos”, afirma Diana A. Jerusalinsky, codirectora del estudio, investigadora del CONICET y directora del Laboratorio de Neuroplasticidad y Neurotoxinas (LaNyN) del Instituto de Biología Celular y Neurociencia “Profesor Eduardo De Robertis (IBCN, CONICET- UBA) situado en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
Innovadora terapia experimental
La EA es un desorden progresivo degenerativo de estructuras cerebrales que se traduce en la incapacidad de formar y expresar nuevas memorias. En los cerebros de pacientes se produce la acumulación anormal de proteínas amiloides beta (Aβ) que forman las llamadas placas seniles. Pero mucho antes de la formación de esas placas, esas proteínas se unen en agregados menores llamados “AβO” que son muy tóxicos para las neuronas y afectan los contactos (sinapsis) y la comunicación entre ellas.
Mediante la colaboración de Alberto L. Epstein y de Anna Salvetti, especialistas en virología del Consejo de Investigación Científica (CNRS) y del Instituto Nacional de Salud e Investigaciones Médicas (INSERM) de Francia, se desarrolló un vector o “vehículo molecular” – formado por un virus adenoasociado modificado para no infectar – que transporta un gen que expresa a nivel cerebral un anticuerpo artificial llamado NUsc1, con capacidad para unirse a los AβO y neutralizar su efecto tóxico.
Jerusalinsky explica que en cultivos de neuronas de ratón y de rata la expresión del anticuerpo NUsc1 redujo en un 50 por ciento la unión de AβO a las neuronas. En el caso de un modelo animal de la EA (en ratones), la terapia experimental revirtió de manera significativa los déficits en el aprendizaje y la memoria social y de objetos en los animales añosos.
“Constatamos que la expresión del anticuerpo NUsc1 protege las espinas dendríticas (sitio en que se establecen las sinapsis o uniones entre las neuronas) y la plasticidad de las sinapsis cuya integridad es fundamental para el funcionamiento del cerebro y, en particular, para el aprendizaje y la memoria, por ser las bases neurobiológicas en que se asientan estas funciones”, indica Jerusalinsky. Y agrega: “Las ventajas de nuestra propuesta e invento respecto de los demás anticuerpos en evaluación actualmente (Aducanumab y Lecanemab) son varias y muy relevantes. Nuestra estrategia tiene un efecto más duradero por estar el gen que codifica el anticuerpo incluido en un vector a partir del cual se puede expresar continuamente. Es como enviar la información adecuada a la ‘fábrica’ (que sería la neurona) para que produzca el anticuerpo NUsc1 constantemente”.
Modelos animales
De acuerdo con la investigadora del CONICET, en modelos animales una sola administración del vector puede proveer la expresión del anticuerpo NUsc1 por más de un año. “Los demás anticuerpos deben ser administrados nuevamente luego de pocas semanas. NUsc1 une y neutraliza específicamente especies de Aβ que son muy tóxicas para las sinapsis y neuronas. Es un anticuerpo más pequeño y de estructura más sencilla que los anticuerpos naturales, por lo que es más fácil y económico de producir. Además, no produce respuesta inflamatoria como ocurre con los demás anticuerpos en evaluación”, agrega la científica.
El equipo de investigación también comprobó que el vector funcionó en rodajas de cerebro humano expresando el anticuerpo NUsc1 activo. “Vimos una proporcionalidad (correlación) entre dosis del vector y la expresión del anticuerpo”, destaca Jerusalinsky.
El siguiente paso será probar la terapia génica en un modelo de la EA en ratas cuyos cerebros y cortezas están mucho más desarrollados que el ratón y tienen, además, un repertorio de comportamientos más complejos. “Estos ensayos ya se encuentran en desarrollo en nuestro laboratorio LaNyN del IBCN, y nos permitirán estudiar más profundamente tanto las alteraciones a nivel cerebral y comportamental como los posibles efectos terapéuticos del anticuerpo protector y la terapia génica que inventamos”, puntualiza Jerusalinsky. Y continúa: “Para ello necesitamos de fondos ad hoc. Y luego, necesitaremos más fondos para poder escalar la producción del vector que expresa el anticuerpo ‘ingenierizado’ artificial en las condiciones adecuadas para los ensayos clínicos, cuando sean autorizados”.
Jerusalinsky se encuentra ahora trabajando en ensayos preclínicos con el vector desarrollado en un modelo de la enfermedad de Alzheimer en ratas, así como en la producción de otros modelos experimentales con jóvenes investigadores del CONICET como Natalia Colettis y Martin Habif, y la becaria postdoctoral María Victoria Oberholzer, que forman parte de su equipo.
Este avance es el resultado de investigaciones desarrolladas a lo largo de varios años a través de una amplia colaboración entre varios equipos de diversos países gracias a programas de cooperación internacionales basados principalmente en instituciones estatales. El trabajo fue codirigido por Sergio T. Ferreira, del Instituto de Bioquímica Médica Leopoldo de Meis (IBqM) y del Instituto de Biofisica Carlos Chagas Filho, de la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ), en Brasil, junto con Diana A. Jerusalinsky del LaNyN del IBCN; las primeras autoras del trabajo son María Clara Selles, del IBqM, Magali C. Cercato, del LaNyN del IBCNy Juliana T. S. Fortuna, del Instituto de Ciencias Biomédicas de la UFRJ. También participaron William L. Klein, de los Departmentos de Neurobiología y Neurología de la Universidad Northwestern en Evanston, Illinois, Estados Unidos; Adriano Sebollela, del Departmento de Bioquímica e Inmunología de la Facultad de Medicina de Ribeirao Preto de la Universidad de San Pablo, en Brasil; Anna Salvetti y Alberto Epstein, del Centro Internacional de Investigación en Infectología (CIRI) de la Universidad de Lyon, de la Universidad Claude Bernard Lyon 1, del INSERM, del CNRS, y del Hospital Cochin de Paris, y especialistas de otros centros de investigación en Brasil, Canadá, Estados Unidos y Francia.
Referencia bibliográfica:
Maria Clara Selles, Juliana T.S. Fortuna, Magali C. Cercato, Luis Eduardo Santos, Luciana Domett, Andre L.B. Bitencourt, Mariane Favero Carraro, Amanda S. Souza, Helena Janickova, Caroline Vieira Azevedo, Henrique Correia Campos, Jorge M. de Souza, Soniza Alves-Leon, Vania F. Prado, Marco A.M. Prado, Alberto L. Epstein, Anna Salvetti, Beatriz Monteiro Longo, Ottavio Arancio, William L. Klein, Adriano Sebollela, Fernanda G. De Felice, Diana A. Jerusalinsky, and Sergio T. Ferreira, S. T. (2022). AAV-mediated neuronal expression of a scFv antibody selective for Aβ oligomers protects synapses and rescues memory in Alzheimer models. Molecular Therapy 2022. Vol.31, Number 2.
El Ministerio de Salud dispuso hoy la creación del Biobanco Nacional de muestras biológicas asociadas a patologías de alto impacto y/o relevancia en salud pública, la primera colección de este tipo en Argentina que permitirá optimizar “el diagnóstico de enfermedades infecciosas” y funcionará a cargo de la Administración de Laboratorios e Institutos de Salud “Carlos G. Malbrán” (ANLIS).
La medida se formalizó a través de la Resolución 336/2023 publicada hoy en el Boletín Oficial con la firma de la ministra de Salud, Carla Vizzotti.
Biobanco
Entre los considerandos se indicó que “en la actualidad, los biobancos de muestras biológicas humanas con fines de investigación constituyen una herramienta esencial para apoyar y potenciar la investigación biomédica de excelencia”.
También se remarcó que los biobancos son “una fuente vital como base para el análisis de nuevas patologías emergentes y remergentes con impacto en la población”.
El Malbrán
En el artículo 2 se designó a la Administración de Laboratorios e Institutos de Salud “Carlos G. Malbrán” (ANLIS) para dictar las normas y actos administrativos específicos necesarios para garantizar el funcionamiento del biobanco.
A su vez, en el texto de la norma se destacó que “no existen colecciones de este tipo en nuestro país” y que la plataforma del biobanco permitirá “la optimización del diagnóstico de enfermedades infecciosas”.
Estrategias terapéuticas
Además, se explicó que garantizará “el desarrollo de estrategias terapéuticas personalizadas, diseñadas a partir del conocimiento de la constitución genómica del individuo y de su ancestría”.
La importancia de desarrollar terapias personalizadas radica en que “las personas difieren en su susceptibilidad a contraer enfermedades, transmisibles o no, como también difieren en el curso clínico de las enfermedades que puedan padecer”, se apuntó entre los considerandos.
“Las razones subyacentes a esta diversidad se explican, en gran medida, en variables genéticas y epigenéticas, que hoy día pueden ser caracterizadas con precisión, abriendo de este modo un nuevo horizonte en el terreno de la salud humana”, se añadió.
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