¿Cómo comenzó la vida en la Tierra? Luego de descifrar el primer genoma de un microorganismo que vive en condiciones ambientales extremas, investigadores del Conicet se sienten en condiciones de dar respuesta
Conicet
Una bacteria llamada Acinetobacter sp. Ver3, es un microorganismo que resiste a condiciones extremas como la exposición al arsénico, la radiación UV y la hipersalinidad. La bacteria fue aislada en el Laboratorio de Investigaciones Microbiológicas de Lagunas Andinas, Limla-Proimi-Conicet de Tucumán, a partir de aguas superficiales de la las lagunas de altura de la Puna, a 4.400 metros sobre el nivel del mar.
“Además de poder comprender el origen del planeta, la idea es investigar estos microorganismos con miras al desarrollo de productos biotecnológicos”, explica la doctora María Eugenia Farías, directora del proyecto.
Para ello, desde 2002, la doctora Farías y su equipo trabajan junto a investigadores del Instituto de Biología Molecular y Celular de Rosario –IBR-, el Instituto de Química del Noroeste –Inquinoa-, ambos del Conicet, y el Centro Regional de Investigación y Desarrollo Científico Tecnológico Cridecit, por su gran versatilidad y capacidad de crecimiento en altas concentraciones de metales, antibióticos y sales, y bajo una intensa exposición UV.
A raíz de las investigaciones se logró determinar que la resistencia a dichas condiciones extremas se basan en la capacidad de reparar lesiones en su material genético y de responder al daño oxidativo con una maquinaria enzimática muy eficiente y especializada.
A descifrar el genoma
Los investigadores secuenciaron el genoma completo de esta bacteria con la colaboración de la Plataforma Genómica y Bioinformática del Indear, instituto rosarino que cuenta con tecnología de punta y expertos en secuenciación, genómica y bioinformática.
Así, Acinetobacter sp. Ver3 fue utilizada como modelo de los microorganismos que sobreviven de las Lagunas de Altura Puno-Andinas (LAPAs) localizadas en el Noroeste Argentino (entre 3.000 y 6.000 m. snm).
“Estas lagunas, debido a su elevada altitud y baja latitud, presentan una combinación única de factores ambientales extremos: clima desértico, radiación UV elevada, hipersalinidad, alta concentración de arsénico, amplitudes térmicas pronunciadas (-20 a 25º C), así como su origen volcánico”, explica la doctora Farías.
Se espera que este avance científico promueva el desarrollo de áreas protegidas en la Puna, con legislación efectiva para proteger los recursos microbianos y genéticos de la contaminación urbana y minera, y prevenir el hurto de microorganismos. Estas tecnologías podrían significar desarrollos biotecnológicos, desde cremas protectoras solares hasta fármacos de última generación.
El proyecto fue íntegramente financiado por el Conicet, la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica y el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva.
Fuente: Conicet
http://www.argentina.ar/_es/ciencia-y-educacion/C7204-genoma-industria-argentina.php