Archive | febrero, 2022

Científicos argentinos convierten células de la piel en neuronas para estudiar la epilepsia

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Científicos argentinos convierten células de la piel en neuronas para estudiar la epilepsia

Posted on 05 febrero 2022 by hj

El objetivo de este tipo de trabajos es «estudiar en el laboratorio las células de un paciente, en este caso las neuronas, para entender por qué se puede originar una enfermedad», explicó a Télam el bioquímico e investigador de Conicet Fernando Pitossi.


El estudio sobre la epilepsia focal benigna de la infancia fue publicado en la revista Stem Cell Research and Therapy.

Investigadores del Conicet y del Instituto Leloir lograron por primera vez en el país utilizar una técnica llamada reprogramación celular para «convertir» células de la piel en células madre y luego éstas en neuronas para estudiar sus características en dos mujeres con epilepsia benigna de la infancia, lo que a futuro puede permitir el desarrollo de tratamientos, se informó oficialmente.

«Para entender lo que es la reprogramación celular hay que comprender primero qué es una célula madre. Una célula madre da origen a distintos tipos celulares. Por ejemplo, hay células madre en la piel, que después dan origen a las células específicas de la piel, pero también hay células madre embrionarias que surgen de la fusión del espermatozoide con el óvulo que después dan origen a todas las células del cuerpo», explicó a Télam el bioquímico e investigador de Conicet Fernando Pitossi, líder de la investigación.

Pitossi, jefe del Laboratorio de Terapias Regenerativas y Protectoras del Sistema Nervioso de la Fundación Instituto Leloir (FIL), indicó que «cada célula madre tiene potencias (de ser neurona, de ser piel, por ejemplo) y las embrionarias tienen la potencia de poder ser cualquier tipo de célula».

«La reprogramación celular es un proceso que se hace en el laboratorio, por el cual se toma una célula adulta -por ejemplo de la piel- y se la hace volver atrás y recuperar el potencial de poder ser cualquier tipo de célula, o sea se la ‘convence’ de que recupere la potencialidad que tiene la célula madre embrionaria», describió.

La técnica fue descubierta por el científico japonés Shinya Yamanaka, quien en 2012 ganó el Premio Nobel de Medicina y Fisiología.

En el estudio liderado por Pitossi, y publicado en la revista Stem Cell Research and Therapy «se utilizó el proceso de reprogramación para estudiar la enfermedad de dos pacientas que tienen epilepsia focal benigna de la infancia«.

«Lo que se hizo fue tomar células de la piel de estas pacientas que son hermanas y de una tercera hermana y la madre que no tienen síntomas (que se toman como células sanas de control para comparar); esas células de la piel se reprogramaron para que sean células madre y a esas células madre se las ‘convenció’ de que fueran neuronas», explicó.

Y continuó: «Dicho de otro modo, a partir de células de la piel pudimos hacer neuronas de las pacientas y de sus familiares sanas».

El investigador -quien en 2019 fue incorporado a la prestigiosa Organización Europea de Biología Molecular (EMBO, según sus siglas en inglés)- detalló que lo que encontraron a partir del estudio fue que «las células de las pacientes con epilepsia tenían características diferentes de las células de los controles sanos (sus familiares)».

«Por ejemplo – sostuvo- las células de las pacientas tienen mucho más corta una parte de la neurona que sirve para conectar una neurona con otra; tienen propiedades más excitables, es decir que, frente a un estímulo menor, se activan, y también tienen características de neuronas inmaduras, es decir que todavía no terminan de ser neuronas».

El objetivo de este tipo de trabajos es «estudiar en el laboratorio las células de un paciente, en este caso las neuronas, para entender por qué se puede originar una enfermedad, aquí es la epilepsia focal benigna de la infancia, cuáles son las características de las células y tratar de encontrar un tratamiento que corrija lo que vemos diferente entre las células de los pacientes y las células normales», dijo.

Según informó la agencia CyTA-Leloir, el estudio también fue dirigido por Marcelo Kauffman, del Hospital Ramos Mejía y del Instituto de Investigaciones en Medicina Traslacional que depende de la Facultad de Ciencias Biomédicas de la Universidad Austral y del Conicet, quien estuvo a cargo de la parte clínica de la investigación.

Los primeros autores del estudio son Mariana Casalía y Juan Cruz Casabona, del Conicet y del Instituto Leloir; y también participaron Corina García, Verónica Cavaliere Candedo, María Isabel Farías y Joaquín González, del Conicet y del Instituto Leloir; Dolores Gonzalez Morón, Marta Córdoba y Damián Consalvo, de las mismas instituciones que Kauffman.

Además fueron parte del trabajo Lorena Rela y Gustavo Murer, de la Facultad de Medicina de la UBA y del Instituto de Fisiología y Biofísica Bernardo Houssay (UBA Conicet); Juana Pasquini de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA; Juan Francisco Urbano, de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA y del Instituto de Fisiología, Biología Molecular y Neurociencias (IUBA-Conicet), Gustavo Mostoslavsky, de la Universidad de Boston y Ramiro Quintá, del Laboratorio de Medicina Experimental «Dr. Jorge E. Toblli» en el Hospital Alemán, en la ciudad de Buenos Aires.

Este trabajo se desarrolló con fondos del Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Nación y de la Fundación René Barón.

Fuente : Telam

https://www.telam.com.ar/notas/202112/578566-cientificos-argentinos-celulas-piel-neuronas-estudiar-epilepsia.html

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Un grupo de familias desarrolló junto al INTI galletitas saludables para niños y niñas

Un grupo de familias desarrolló junto al INTI galletitas saludables para niños y niñas

Posted on 04 febrero 2022 by hj

No tienen conservantes ni colorantes y son galletitas bajas en azúcares y grasas. La historia de este snack, un emprendimiento de un grupo de familias, muestra cómo se crea un producto saludable junto al Instituto Nacional de Tecnología Industrial usando insumos también desarrollados ahí con otros emprendedores, como la harina de alubias y polvos de hortalizas

Si hoy se empezara a aplicar la ley de etiquetado frontal sancionada el 26 de octubre de 2021 (aún falta que sea reglamentada), el paquete de galletitas Ñamis no llevaría ningún octágono negro. Porque es un alimento bajo en azúcares y sodio, sin grasas saturadas, conservantes, saborizantes ni cualquier otro elemento nocivo para la salud.

Lo desarrolló el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) a partir de la idea de un grupo de padres, madres y un abuelo emprendedores. El objetivo: ofrecer un snack saludable y nutritivo, que tuviera frutas y hortalizas, a niños y niñas de poca edad. Las tres versiones de galletitas que Ñamis está produciendo están hechas con harinas de trigo y de alubia y polvo de zanahoria, remolacha y banana —para obtenerlo, solo deshidratan las frutas y hortalizas—.

El equipo de Mariana Sánchez (tercera desde la derecha) que desarrolló las galletitas Ñamis en el INTI. (Imagen: Gentileza Mariana Sánchez)

A estas versiones de galletitas, más otros productos que aún no se están elaborando de manera industrial, llegaron tras más de dos años de investigación, ensayos, revisiones y testeos. Gran parte de ese proceso se realizó en plena pandemia, con restricciones para circular.

Pero la historia de Ñamis comienza a mediados de 2018, cuando Cristian Miguens y su familia volvieron a instalarse en la Argentina después de vivir varios años en Inglaterra. Allá, Miguens y su esposa se habían acostumbrado a darles a sus hijos e hijas snacks saludables, que luego no encontraban fácilmente acá.

A su vez, Miguens tiene un emprendimiento relacionado con la producción y comercialización de semillas, granos y frutos producidos en la región andina, llamado Andean Grain.

Crear nuevos alimentos

Durante el verano 2018-2019, Miguens comenzó a reunir a familiares y amigos para contarles la idea de crear y producir alimentos saludables para los niños y las niñas. Así conformó una sociedad de siete amigos y amigas que aportaron conocimientos desde lo que cada uno hace o financiamiento. Poco tiempo después, su cuñado Pablo Cinto, dejó su trabajo como ingeniero industrial en petroleras y constructoras para dedicarse a tiempo completo al desarrollo del emprendimiento. Hoy es el director ejecutivo de Healthy Snacks, como llamaron al emprendimiento.

Los primeros sabores de Ñamis son banana y cacao, zanahoria y jengibre y batata y vainilla. (Imagen: Gentileza Ñamis)

En tanto, la hermana menor de Miguens y también cuñada de Cinto, que cursaba la Tecnicatura en Alimentos en la Universidad Católica (UCA) contactó a Mariana Sánchez, profesora de la universidad y jefa del Departamento de Desarrollo de Nuevos Productos, de la subgerencia de Tecnología de Alimentos del INTI.

Poco tiempo después, durante 2019, varios de los que luego serían socios de Ñamis se reunieron con Sánchez y su equipo para contarles la idea que tenían y ver la posibilidad de que les desarrollaran la línea de productos saludable, rica y divertida, en base a frutas y hortalizas.

El equipo del INTI ya tiene establecido un protocolo para estos casos. Cuenta Sánchez: “Primero, les hacemos llenar un formulario — a veces lo hacemos juntos— que les permite bajar la idea a tierra, pulirla. A partir de ahí, comienzo a pensar con el equipo la propuesta de trabajo, sabiendo la responsabilidad social que tenemos en cuanto a crear alimentos nutritivos, saludables y que promuevan el desarrollo de la industria local”.

También mira qué se está haciendo en el mundo, evalúa los costos y busca conceptos similares “porque uno no consume un producto sino que consume una experiencia”, dice la experta.

A las tres versiones de las galletitas se llegó tras más de dos años de investigación, ensayos, revisiones y testeos. (Imagen: Gentileza Ñamis)

Una vez que el instituto cierra la propuesta, se la presenta al emprendedor. Y aclara: “Para nosotros, quien nos contrata es un socio, más que un cliente”. En esto coincide Cinto: “El INTI se cargó el proyecto al hombro como propio”.

Cuando se acuerda la propuesta, se firma un convenio con el INTI donde queda estipulado el esquema de pago y cómo se hará el desarrollo del producto. El instituto comienza a trabajar y a medida que avanza, emite las facturas y cobra.

“El producto se elabora, se testea, se ajusta, se hacen pruebas a escala industrial y se entrega una descripción del proceso de producción detallado, paso a paso. La idea es que no nos necesiten para elaborarlo. Aunque a veces, por ejemplo, nos piden que vayamos a planta a acompañar cambios de escala en la producción”, explica Sánchez.

Del ideal a lo posible

En la primera charla que tuvieron los emprendedores con el equipo del INTI, “todo era sin”, recuerdan Sánchez y Cinto. “Queríamos que no tuvieran alérgenos —gluten, huevos, derivados lácteos, soja—, colorantes, ni saborizantes y que incluyeran frutas y hortalizas”, detalla Cinto.

Lo primero que desarrollaron, en 2020, fue una versión de galletitas sin TACC —trigo, avena, cebada y centeno, para evitar la presencia de gluten—, sin huevo y sin leche. “Pero no logramos que el contenido de azúcar y grasas fuera bajo”, reconoce Sánchez.

A esto se sumó que encontrar una planta que fabricara productos libres de TACC a fasón ―es decir, por encargo de un tercero― fue un desafío. “Por un lado, hay pocas plantas, nos pedían un volumen de fabricación alto y era difícil garantizar la trazabilidad porque en época de pandemia no podíamos acceder a las plantas para verificar. Por otro lado, era muy difícil lograr que el snack fuera bueno nutricionalmente y rico con los insumos que le habíamos sacado”, detalla Cinto.

Además, agrega, “queríamos declarar la lista de ingredientes de manera simple y completa, que cuando una persona la leyera reconociera qué tenían esas galletitas o snacks porque esos insumos estaban en su cocina”.

La idea surgió de un grupo de familias que querían darles a sus hijos snacks saludables y recurrieron al asesoramiento del INTA para el desarrollo. (Imagen: Gentileza Ñamis)

Luego, se idearon las galletitas que hoy está produciendo Ñamis. “Hay varias desarrolladas, pero por ahora vamos a comercializar tres: zanahoria y jengibre, banana y cacao y batata y vainilla”, explica Cinto.

“También tenemos desarrollada una galletita más económica —sigue—, que se pueda ofrecer en merenderos o comedores que está fortificada con vitaminas, calcio, fibras, baja en grasas y azúcares. Una posibilidad es trabajar con el Banco de Alimentos, por ejemplo”. Por último, el equipo del INTI también diseñó “un snack a base de arroz y legumbres que saldrá en la primera mitad del año. Tiene la forma de un palito”.

Todos los productos fueron testeados con niños y niñas que mostraron qué sabores y formas les gustaban y cuáles no.

Sánchez subraya la mirada de su grupo de trabajo: “Trabajamos convencidos de que tenemos la responsabilidad social de desarrollar productos que desde lo nutricional sean lo mejor posible”.

“Queremos que cuando una persona lea la lista de ingredientes los reconozca”, dice Pablo Cinto, director ejecutivo de Healthy Snacks. (Imagen: Gentileza Pablo Cinto)

“Con este proyecto —sigue— la idea se afianzó porque no solo pone el acento en lo nutricional, sino también en promover la industria local. La harina de alubia es un desarrollo nuestro, y conectamos ambos emprendimientos. Lo mismo pasó con un productor mendocino de polvo de zanahoria y remolacha”. Todos productos que hasta hace poco solo se conseguían importándolos.

Si bien la ley de etiquetado aún no fue reglamentada, es una preocupación para la industria argentina. También, la oportunidad de generar más desarrollos como estos.

Fuente: Infobae

https://www.infobae.com/america/soluciones/2022/01/10/un-grupo-de-familias-desarrollo-junto-al-inti-galletitas-saludables-para-ninos-y-ninas/

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Investigadoras del Conicet desarrollaron un spray antiviral y antibacteriano aplicable sobre cualquier tela

Posted on 03 febrero 2022 by hj

Las investigadoras del Conicet Vera Álvarez y Verónica Lasalle, en el marco de una colaboración pública privada con el Laboratorio Elea, desarrollaron una solución/spray antiviral-antibacteriano aplicable en barbijos y textiles en general, que aumenta hasta 10 veces la protección.

El Ministro Daniel Filmus, y la presidenta del CONICET, Ana Franchi, visitaron la planta del laboratorio Elea Phoenix donde firmaron, junto con las autoridades de la empresa, un contrato de licencia de tecnología para la producción y comercialización del spray con el nombre de “Perviral 24”.

Filmus destacó la relevancia de “la articulación público-privada para el desarrollo y producción del antiviral” y felicitó a las científicas y científicos de nuestro país por esta innovación. El ministro subrayó también que “el aporte científico-tecnológico genera la posibilidad de agregar valor a nuestros productos y exportaciones, con trabajo calificado y va a posibilitar un cambio en la matriz productiva argentina”.

El Gerente General del laboratorio, Gustavo Pelizzari, señaló que los desarrollos de Elea “han logrado un gran proceso de sustitución de importaciones que representan alrededor de 200 millones de dólares anuales. El 98% del costo de nuestros productos está compuesto por insumos nacionales y solo el 2% es de componentes importados. Somos una de las empresas de capitales argentinos que más está invirtiendo en el país”.

La articulación público-privada surge en el marco de la pandemia del covid, y tiene por objeto licenciar la formulación de una solución/spray antiviral-antibacteriano, a base del biopolímero quitosano, el cual se encuentra en trámite de registro ante ANMAT. “Perviral 24”, como se lo conocerá comercialmente, es el primer spray de propiedades antivirales y antibacteriales para aplicar sobre todo tipo de telas, aumentando 10 veces la protección.

Fuente: Agendar

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Historias de Año Nuevo : El profesor que comía en ollas populares y arranca 2022 lanzando el primer satélite San Martín al Espacio

Historias de Año Nuevo : El profesor que comía en ollas populares y arranca 2022 lanzando el primer satélite San Martín al Espacio

Posted on 03 febrero 2022 by hj

Es de José C. Paz, donde ayudaba al barrio junto a su familia. Con sus estudiantes construyó el primer picosatélite del continente, que saldrá el 13 de enero desde la NASA. Planea mandar cien más en tres años.

El profesor Alejandro Cordero, junto a sus ex estudiantes, técnicos e ingenieros que forman de Innova Space.

Así les dijo Alejandro Cordero (44), profesor de la escuela técnica de Mar del Plata, a sus estudiantes. Había decidido volver a vivir de lleno de la educación después de cerrar su empresa metalúrgica, en 2018, cuando las importaciones de insumos sacudieron sus finanzas.

Los alumnos, escépticos, le dijeron que sí. Ni por asomo creían que terminarían construyendo el primer satélite General San Martín, que se lanzará al espacio el 13 de enero desde la NASA para empezar a armar la constelación Libertadores de América.

«Planeamos lanzar cien picosatélites en tres años. A este le seguirán uno con el nombre de Juana Azurduy y otro con el de Simón Bolívar», explica Cordero. Y aclara la definición de picosatélite: «Son más chicos que un nanosatélite: este mide 10x5x5 centímetros y pesa medio kilo».

A lejandro Cordero prevé lanzar unos cien picosatélites en tres años.

Su empresa, Innova Space, fue formada junto a tres estudiantes recibidos de su clase. Y se convertirá en la primera de Latinoamérica en lanzar picosatélites. Lo hará desde la plataforma Space X, del multimillonario Elon Musk, en Cabo CañaveralFloridaEE.UU. Y tiene un ambicioso objetivo: «Permitirles a las empresas agrícolas de Argentina ubicadas en provincias o territorios sin acceso a Internet que puedan aplicar tecnología IOT para optimizar su producción sin explotar territorios más amplios».

¿Qué son las comunicaciones IOT? «Internet de las cosas», traducido. La tecnología que permite interconectar distintos dispositivos para ser controlados desde un solo comando, como electrodomésticos y aparatos hogareños o, en este caso, equipos de agricultura, minería o extracción de petróleo.

El proyecto de Cordero no termina ahí. Empezó a enviar kits de tecnología satelital a escuelas técnicas de Buenos Aires y también a las primeras aulas de África. «Realmente se pueden construir satélites en los colegios, o enseñar programación e innovación tecnológica. Mi sueño de fondo es que esta experiencia lleve a cada vez más chicos a soñar con ser ingenieros, técnicos, científicos», dice.

De las ollas populares al Espacio


Mucho antes de ser el Profe Cordero, ese que tiró los vetustos pizarrones de tiza, pintó de colores y cambió todos los muebles de la Escuela Técnica de Mar del Plata para atraer a sus estudiantes, Alejandro tuvo una infancia áspera.

«Nací en el ’76, tengo a la Guerra de Malvinas muy presente en mi mente porque en casa se hablaba del tema. Por eso también todos los satélites y proyectos llevan la estampa de las Islas Malvinas como una firma», cuenta quien hoy tiene 44 años.

Un picosatélite es más chico que un nanosatélite. En América Latina todavía no se producían.

«Mi papá era obrero metalúrgico y mi mamá ama de casa. Aunque hoy vivo en Mar Chiquita, me crié en José C. Paz, donde estudié en la Técnica N°2, y siempre me enseñaron que la forma de salir de la pobreza era estudiar y esforzarse. Hoy puedo decir que la educación pública me dio todo», resume.

Más de una vez, su papá y mamá dejaban de comer para darles un plato a sus hijos. «En la época de la hiperinflación me mandaban a comprar diez gramos de azúcar, medio kilo de fideos. Y siempre me hacía separar un puñado para la olla popular del barrio», recuerda.

También más de una vez ellos comían gracias a esas ollas populares. «Es parte de ser argentino, no reniego, me enorgullece y siempre apostaré a mi país, aunque haya viajado mucho gracias a mis trabajos», dice el docente.

En los ’80, las barriadas conformadas por migrantes del interior del país se unían para aportar mercadería y asegurar, entre todos, la comida de todos. «Ese espíritu les transmití a mis alumnos, y así llegamos al proyecto que parecía un sueño y se hizo realidad».

El picosatélite San Martín mide 10x5x5 centímetros y pesa medio kilo.

Cuando terminó la escuela, Cordero no podía pagar el boleto para viajar a una universidad en Capital Federal o lejos de su barrio. «Empecé a trabajar para Pepsi, barriendo», recuerda. Once años después era coordinador de Instrumentación y Control para el Cono Sur. «Viajé y aprendí mucho en Pepsico», recuerda.

Después vino la historia de su propia Pyme y el regreso a la docencia.

Luca Uriarte, Iván Mellina y Mateo Roldán fueron tres de los alumnos que participaron de los primeros experimentos, además de muchos más.

«Descubrí que con la plataforma ARDUINO se pueden desarrollar satélites chicos. Una placa de esas sale menos de $1.000. Los chicos empezaron a aprender a programar y a desarrollar cosas que no sabían: tuvieron que aprender, además de electrónica, inglés, física, matemáticas. Hasta hicieron papers de divulgación científica que los hicieron salir en todos lados», recuerda.

Gracias a eso llegó una invitación a viajar a Escocia, a un congreso anual de satélites chicos. Y después, el sueño hecho realidad: la Aceleradora de Startup Neutrón, de Mar del Plata, les propuso financiar el proyecto de enviar desde la NASA su propia constelación al Espacio.

«Así nació Innova Space, nuestra firma. Éramos los tres técnicos recibidos, estudiantes del primer año de Ingeniería, y yo. Luego de seis meses empezamos a tomar ingenieros y personal. Hoy somos más de 16», cuenta Cordero.

«Hoy los costos de lanzamiento, desarrollo y fabricación hacen que sea posible generar una constelación«, explica. Más de dos satélites conforman una. Hoy, Argentina sólo tiene dos: la de empresa privada Satel Logic, de porte grande (unos 200 kilos), que ya envió unos 20; y SAOCOM, nacional, que cuenta con dos satélites de observación terrestre de la agencia espacial de Argentina, CONAE.

«Después del San Martín, que técnicamente se denomina MDQubeSAT1, planeamos lanzar seis el año que viene, 16 en 2023 y unos 90 en 2024», anuncia Cordero. Y explica el fin, más allá del crecimiento de su industria que comenzó en un aula y ya está valuada en 40 millones de dólares, del proyecto.

El volante con el retrato de San Martín de Ramiro Ghigliazza que anuncia el lanzamiento del satélite de Innova Space.

«En Argentina el 70% del territorio se encuentra sin comunicación: las zonas menos pobladas, donde está el agro. El futuro palpable indica que los agricultores deberán producir más del doble pero con la misma superficie sembrada. La única forma es con tecnología de comunicación, y hoy a las empresas de celulares no les sirve poner torres donde no hay población. Con lo que cuesta poner una torre, lanzamos más de cien satélites que permiten llevar esa tecnología de Internet al campo», aclara Cordero.

El General San Martín y las Malvinas, en el firmamento

En Instagram, Cordero conoció la obra de Ramiro Ghigliazza, diseñador gráfico y artista que reconstruyó con realidad digital el rostro de José de San Martín. La imagen, publicada por Clarín en 2019, llegó a la Casa Rosada, a Perú, a sitios donde el Padre de la Patria hizo historia y a cientos de escuelas rurales de nuestro país.

Ghigliazza se volvió reconocido por instituciones sanmartinianas y se viralizó en las redes sociales. Creó, también, retratos «humanizados» de Belgrano, Juana Azurduy, Güemes, María Remedios del Valle, el Sargento Cabral y más héroes de la Patria.

«Soy un amante de la Patria Grande, de lo que soñaban San Martín y Bolívar», cuenta Alejandro Cordero. «La constelación se va a llamar Libertadores de América para que sea algo disruptivo. Al primer satélite, si podía ponderarlo, quería ponerle San Martín. Cuando vi por primera vez el retrato de Ramiro me puse a llorar», dice el dueño de Innova Space.

La obra «San Martín 1818», que muestra al general como si le hubieran sacado una foto, con la tez trigueña, una cicatriz del Combate de San Lorenzo, la mirada penetrante y rasgos detallados que los cuadros pintados de la Independencia no podían reflejar, será la imagen comunicacional del lanzamiento internacional del satélite.

«Yo todavía no lo puedo creer», aporta Ghigliazza, que para sus obras trabaja con fotos de personas parecidas a las descripciones de próceres que registran historiadores y expertos. «Mi sueño era llevar el retrato de los puntos del mundo donde San Martín nació, se formó, los países que liberó y los sitios donde plantó su mensaje de unidad e Independencia. Nunca pensé que iba a ser insignia de un proyecto espacial», dice el artista, que nació y estudió en Morón, y vivió en La Pampa, Santa Fe y Córdoba.

Y Cordero agrega la huella que dejaron en su adolescencia los grandes próceres de nuestro país. «Yo vivía en el barrio Las Acacias, en José C. Paz, y mis vacaciones eran tomarme un colectivo para irme un mes con mi padrino, en el barrio Santa Paula. Mi padrino me contaba historias de San Martín, de Belgrano, Güemes… me decía que nunca jamás me olvidara de los que dieron todo por la patria. Por eso también tengo presente a las Islas Malvinas y me alegra que nuestro primer satélite lleve al General a lo más alto.
Fuente: Clarin

https://www.clarin.com/zonales/profesor-comia-ollas-populares-arranca-2022-lanzando-primer-satelite-san-martin-espacio_0_UgcwOxvKF.html?fbclid=IwAR3D1-wue_zUrB_APkeTAB1u5DmkfcNA6upxlKi1DbRl_WHSm9DtZPfLbYE

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Científicos del CONICET desarrollan y exportan un Reactor Experimental que permitirá producir energía renovable

Posted on 02 febrero 2022 by hj

Desarrollan y exportan un Reactor Experimental de Alta Temperatura y Presión.

El CONICET y la Universidad Americana de Asunción, con el apoyo y logística de PLAPIQUI y de la Fundación INNOVA-T, contribuyen a la investigación sobre la producción de biocombustibles renovables. Una asociación público-privada y multisectorial como herramienta de desarrollo.

Fruto de un convenio de vinculación tecnológica I+D (Investigación y Desarrollo) entre el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), la Fundación para la Innovación y Transferencia de Tecnología (INNOVA-T), la Universidad Americana de Asunción (Paraguay) y la empresa Redox Química SA, de Paraguay, el reactor experimental de alta temperatura y presión, denominado APAT v1 que fue íntegramente desarrollado en el ámbito del Centro Científico Tecnológico (CCT) CONICET Bahía Blanca fue exportado a la alta casa de estudios de Paraguay. El mismo será utilizado en el marco de una investigación desarrollada en la Universidad Americana de Asunción que se dedica a la producción de biocombustibles renovables a partir de la hidrogenación de aceites vegetales mediante la utilización de diferentes catalizadores.

Fueron parte fundamental del desarrollo tecnológico el grupo de Termodinámica de Procesos de la Planta Piloto de Ingeniería Química (PLAPIQUI, CONICET-Univ. Nac. del Sur), quienes desarrollaron la ingeniería de laboratorio, su diseño, operatoria y puesta a punto. En tanto, la construcción y montaje de cada parte del equipo fue realizada por los técnicos del taller de Metalurgia y Tornería de la Unidad de Apoyo Territorial del mismo CCT.

Asimismo, de la posibilidad de concretar su transferencia, también participaron la Oficina de Transferencia Tecnológica de PLAPIQUI, la Oficina de Vinculación Tecnológica del CCT y la Fundación Innova-T, quienes gestionaron el convenio que permitió que la tecnología llegue a Paraguay.

“El desarrollo de este equipo es muy importante en varios sentidos, porque se trata de una colaboración con una Universidad de un país hermano como es Paraguay, lo cual significa para nosotros afianzar capacidades de diseño y construcción específicas a nivel internacional”, expresó Pablo Hegel, investigador del CONICET en PLAPIQUI y responsable técnico del desarrollo y añadió: “los conocimientos adquiridos en el marco del proyecto posibilitarán, además del crecimiento del grupo de investigación, la generación de nuevos prototipos y la aplicación de técnicas de alta presión de avanzada para la obtención de energía, materiales y químicos de valor agregado”.

La tecnología lograda es un ejemplo de I+D producto de un trabajo interdisciplinario y conjunto entre los distintos actores involucrados, que genera impactos que van más allá del dispositivo creado y exportado, puesto que resulta en capacidades de investigación nuevas e innovadoras para el área de la tecnología supercrítica y de alta presión a nivel internacional.

“Nuestro grupo trabaja desde hace muchos años en temas vinculados a procesos de alta presión, con fluidos supercríticos, y viene desarrollando equipamiento de laboratorio. Haber sido elegidos como grupo de investigación en Argentina para colaborar en este proceso de investigación y desarrollo y también de transferencia, es una manera de consolidar la colaboración y los vínculos entre grupos de investigación en la región”, resaltó Hegel.

Según explica el investigador, el reactor supercrítico será utilizado en investigaciones acerca de la obtención de biocombustibles y en otros estudios relacionados a procesos sostenibles, que utilizan solventes verdes, como dióxido de carbono, y podría aplicarse también a industrias como la petroquímica o la farmacéutica.

Una exportación que abre caminos

Verónica Bucalá, investigadora principal del CONICET y directora de PLAPIQUI, celebra la exportación de un Reactor para Procesos Supercríticos y afirma: “Es un nuevo hito que señala el progreso en la madurez de las tecnologías que se están desarrollando en nuestro instituto. Este producto es resultado del trabajo sostenido del grupo de Termodinámica de PLAPIQUI, que ha logrado destacarse a nivel internacional en tecnologías basadas en fluidos supercríticos. Nuestras felicitaciones al equipo por la tenacidad para alcanzar este logro”.

Y sostiene: “Si bien los investigadores e investigadoras de PLAPIQUI tienen amplia experiencia en la transferencia de conocimientos, esta “travesía” requirió brindar apoyo institucional para adecuar los instrumentos de vinculación y hacer posible la exportación. En esta tarea, nuestra Oficina de Transferencia de Tecnología tuvo un rol central. Fueron múltiples los desafíos que debieron ser sorteados; destacamos la colaboración de la Presidenta y de la Gerencia de Vinculación Tecnológica del CONICET que hicieron posible la adecuación de normas nacionales para lograr la exportación. Innova-T también se comprometió con el proceso y nos acompañó de manera constante. Creemos que entre todos hemos abierto un camino para que otros institutos del país que desarrollan tecnología puedan exportar productos y posicionen al CONICET como proveedor de estos desarrollos en la Región. El 2021 fue un año de trabajo arduo y sostenido, que hoy rinde sus frutos. Agradecemos enormemente a todas las personas que hicieron esto posible”.

Uno de los actores fundamentales para que se concrete la exportación fue la Fundación INNOVA-T, Unidad de Vinculación Tecnológica del CONICET que acompaña desde hace más de 25 años la promoción, desarrollo y administración de las actividades de vinculación tecnológica del CONICET. En este marco, es que en 2021 la fundación emprendió el camino de acompañar a PLAPIQUI en la exportación y envío del equipo, reactor supercrítico, al exterior.

Esta tarea resultó para INNOVA-T un desafío de gran magnitud que contó con la importante colaboración de la Subsecretaria de Economía Conocimiento del Ministerio de Desarrollo Productivo y la Dirección General de Aduana de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP). Culminando su recorrido con la concreción de la exportación del equipo por la plataforma de Exporta Simple del Ministerio antes citado.

Isabel Mac Donald, presidenta de INNOVA-T, destaca que “el sector de Ciencia y Tecnología tiene la gran oportunidad de generar divisas a través de exportaciones con un alto valor agregado en el desarrollo de equipos y en la oferta de servicios. Y comunica que INNOVA-T continuará colaborando junto al CONICET en este recorrido, inscribiéndose como exportador para facilitar la operatoria de exportaciones”.

Características del Reactor

El equipo está construido en acero inoxidable, posee una capacidad de 375 mililitros y permite operar a temperaturas de entre 350 a 375ºC y presiones hasta 125 bar, respectivamente. Otras características técnicas que lo distinguen son que cuenta con una función de agitación magnética de reactivos para asegurar el correcto mezclado de los mismos a alta temperatura y presión y un método de cierre mediante una junta especial para evitar las fugas del material durante la experiencia. Además, su tapa posee tres conexiones que permiten la colocación de instrumentación, la alimentación de reactivos, y el muestreo de productos.

Un recipiente de alta presión externo al reactor posibilita la purga del sistema, la toma de muestras, y el apagado de la reacción mediante la extracción y enfriamiento de los productos. Contiene también varios elementos auxiliares: camisa de calefacción, motor de agitación, controlador y lector de temperatura y una estructura elevadora del reactor.
El grupo de investigación de PLAPIQUI, que además de Hegel lo integran las doctoras Selva Pereda y Natalia Cotabarren, investigadora y becaria del CONICET respectivamente, quienes elaboraron también un manual de funcionamiento, un protocolo experimental y un video instructivo sobre el uso del Reactor Experimental de Alta Temperatura y Presión.

Fuente: Conicet

https://www.conicet.gov.ar/desarrollan-y-exportan-un-reactor-experimental-de-alta-temperatura-y-presion/

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Un desarrollo de un equipo de investigación del CONICET permite la desalinización del agua de mar para consumo humano

Posted on 01 febrero 2022 by hj

El equipamiento trabaja con hidrógeno verde en un circuito que no produce impacto ambiental.

Imagen: gentileza investigadores/ as

Motivados por la problemática de escasez de agua potable en Caleta Olivia, provincia de Santa Cruz, un equipo de investigación bajo el liderazgo de Adrian Brunini, científico del CONICET en la Unidad Académica Caleta Olivia (UACO, Universidad Nacional de la Patagonia Austral), logró desarrollar un calentador de agua de mar para la obtención de agua potable. El equipo, que no genera consecuencias ambientales nocivas, podría funcionar, además, con hidrógeno verde.

“Tratamos de buscar una solución, algo que tuviese impacto en la comunidad”, explica Brunini sobre las motivaciones del desarrollo. Y continúa: “Comenzamos a trabajar en una tecnología que reproduce el ciclo del agua. Es una energía térmica, eficiente y que no requiere grandes avances tecnológicos para funcionar en una planta desalinizadora”.

El equipo de investigación construyó una planta piloto desalinizadora que funciona con la quema de hidrógeno, por lo tanto no afecta al medioambiente: “El hidrogeno sólo produce vapor de agua y eso es importante porque no genera ningún gas de efecto invernadero”, argumenta el investigador.

La tecnología imita el ciclo natural del agua. “Se calienta el agua de mar y se la pone en contacto con aire seco, al hacer eso inmediatamente el aire seco se humedece”, explica Brunini. El aire absorbe la humedad del agua, “la cuestión es que sólo absorbe el agua, no la sal”, agrega. El siguiente paso será condesar la humedad del aire para recuperar el recurso que se encontraba, hasta ese momento, en forma de vapor.

El investigador advierte que el equipo tiene un diseño termodinámico especial que permite recuperar la mayor parte de energía utilizada. Además, para Brunini, si a este proceso se le sumara la producción de hidrógeno por medio de energías limpias, como paneles solares o molinos eólicos, sería posible hablar de un circuito doblemente noble.

Hacia el futuro, la intención es continuar mejorando el rendimiento en aspectos como la presión y la incorporación de nuevos prototipos que puedan contribuir a la mejora de la tecnología. Para Brunini, el desarrollo tecnológico es indispensable para afianzar la soberanía como país: “Tenemos que desarrollar la tecnología necesaria no solo para producir el hidrógeno, sino también para utilizarlo”, finaliza.

Por Yasmín Noel Daus

Referencia bibliográfica : Adrian Brunini et al 2021 Environ. Res.: Infrastruct. Sustain. in press

Fuente: Conicet

https://www.conicet.gov.ar/un-desarrollo-de-un-equipo-de-investigacion-del-conicet-permite-la-desalinizacion-del-agua-de-mar-para-consumo-humano/?fbclid=IwAR1t6Ri3En1np-JidLosep1k7glR_7vosim75eH07m9tDBRhU30t1H5jzbs

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