Una horrible sensación de ardor en el esófago, de que la comida sube por la garganta… A este síntoma que se conoce como acidez estomacal los médicos lo llaman reflujo gastroesofágico. Según un estudio, el problema afecta al 23% de los argentinos mayores de 18 años. Afortunadamente, se trata con fármacos que tienen más de un 90% de eficacia, pero la terapia es de por vida.

Foto:http://www.noticiasyprotagonistas.com
Otra opción es la cirugía laparoscópica, aunque no todos los pacientes y médicos están a su favor.
En los últimos años se desarrolló una cirugía menos invasiva que la laparoscópica para los pacientes con reflujo gastroesofágico: se llama funduplicatura transoral, y no requiere incisiones porque se opera a través de la boca del paciente. Se realiza con anestesia general, pero el posoperatorio es mínimo: los pacientes vuelven a su casa al día siguiente de la intervención sin más cuidados que evitar los esfuerzos y respetando una dieta blanda durante unas semanas.
Cómo es la técnica
«A través de un fibroscopio o endoscopio -como los que se usan para hacer los estudios de esófago- se llega al interior del estómago, y con instrumentos especiales se hace una tracción hacia la parte inferior del estómago (la unión esófago-gástrica). Esto permite construir una válvula que evita el paso del contenido del estómago al esófago», explicó el especialista Alejandro Nieponice, director del Programa de Invasión Mínima Esófago-Gástrica de la Fundación Favaloro.
Niepomice y su equipo realizaron recientemente la primera funduplicatura transoral en la Argentina. El paciente, de 36 años, evolucionó favorablemente después de la operación, que le permitió abandonar los fármacos que tomaba diariamente para controlar la acidez. «A las 9 entré al quirófano y salí a las 13. A las 4 de la tarde del día siguiente ya estaba en casa», recordó Diego Lanci, el primer paciente tratado en el país con la nueva técnica. Esta comenzó a usarse hace dos años y aún es considerada un tratamiento experimental. «La cirugía es espectacular, porque vivir toda la vida con acidez o tomando remedios para evitarla es terrorífico», expresó Lanci.
«La enfermedad por reflujo gastroesofágico se produce por el paso del contenido del estómago al esófago. Habitualmente, en la unión esófago-estómago hay una válvula que, si es incompetente por distintas circunstancias, permite el paso del contenido del estómago y/o el duodeno al esófago, que no está habituado al contacto con ácidos o con alcales y por eso se lesiona. El paciente experimenta acidez o la sensación de regurgitación», precisó el médico Adolfo Badaloni, director del Programa de Cirugía Esófago-Gástrica de la Fundación Favaloro.
«Entre el 20 y el 23% de los pacientes requiere en algún momento de la evolución del problema una cirugía. El resto se puede manejar con medicamentos, como los inhibidores de la bomba de protones», especificó Badaloni.
Quiénes se benefician
Hay pacientes que tienen un reflujo importante. «Ese grupo es el que se beneficiaría con la nueva cirugía endoscópica», enfatizó.
«El paciente más adecuado para este nuevo tratamiento es el que depende de la medicación para no tener los síntomas», dijo Blair Jobe, profesor de cirugía de la Universidad de Pittsburgh, EE.UU., uno de los que desarrolló la nueva cirugía, y que recientemente visitó la Argentina para participar de la puesta a punto en nuestro país.
«La operación les da mejor calidad de vida, se evita la medicación diaria», dijo Nieponice.
Luego destacó los beneficios de la nueva técnica: el posoperatorio es muy liviano y la recuperación muy rápida, porque no se efectúan incisiones. «Esto también tiene beneficios cosméticos, sobre todo en pacientes jóvenes», remarcó el especialista.
http://www.titularesonline.com.ar/default.asp?pagina=titulares/nota42.asp








