Publicado en: http://www.lmcordoba.com.ar/2008/08/27/nota175255.html
En los 7 primeros meses del año, en la provincia de Córdoba se patentaron 1.256 unidades todoterreno, superando en 40% a todo el año 2007.
Contra lo que podría suponerse, la venta de las tan anheladas como denostradas “4×4” crece a mayor ritmo que cualquier otro tipo de vehículo en la provincia de Córdoba. De acuerdo a los últimos datos oficiales, entre enero y julio de este año se vendieron 1.256 unidades todoterreno, más del doble que en igual lapso de 2007; en sólo siete meses de 2008 ya se vendieron 351 unidades más que a lo largo de todo el año anterior. De hecho, se trata de un fenómeno nacional, pues en todo el país se vendieron en el primer semestre 9.847 unidades, 78 por ciento más que entre enero y junio de 2007.
¿Dónde está la crisis del campo?, se preguntarán muchos. Bueno, la respuesta de los registros de la Propiedad Automotor es que la mayor parte de estos vehículos, a pesar de estar preparados para andar fuera de los caminos asfaltados, tiene una alta demanda en las grandes ciudades. En palabras simples, no sólo compran 4×4 los productores rurales. Motivaciones de status, de confort y de capacidad económica también impulsan las ventas en la Capital provincial y otras grandes ciudades del interior, sobre todo en aquellos sectores sociales generalmente inmunes a los vaivenes de la economía.
Quizás no haría falta aclarar que los todoterreno no son para cualquiera; pero un ejemplo puede ser ilustrativo: un Range Rover tiene una valuación fiscal de 398.000 pesos, similar a la de un camión Scania; el costo de mantenimiento, el seguro y el consumo de combustible lo ponen muy lejos de la clase media urbana o rural; se trata de una gama de vehículos a los que tienen acceso sólo personas de un alto poder adquisitivo, es por eso que apenas representan el tres por ciento del total de las ventas de vehículos.
Vale recordar que este tipo de automóvil surgió como necesidad en las guerras de principios del siglo XX, y fueron adaptados para uso civil y aprovechados para realizar travesías, vigilar zonas protegidas y moverse en terrenos ásperos o resbaladizos. Los “4×4” son casi sin excepción todoterreno, ya que por definición tienen tracción en las cuatro ruedas y un torque mucho mayor al de un auto normal. Los vehículos que no disponen de la doble tracción, los llamados SUV, no son todoterreno, su diseño está enfocado al asfalto con algunas capacidades para moverse en lugares escarpados o resbaladizos.
Curiosidades estadísticas
Pero las cifras oficiales confirman que prácticamente en todos los rubros este año hubo un fuerte incremento de las ventas de vehículos; detrás de las “4×4” se ubican los denominados “tractores”, es decir camiones sin caja ni acoplado, cuyas ventas crecieron el 24 por ciento. Los vehículos de tipo sedan (2, 3, 4 y 5 puertas) crecieron 23 por ciento, al igual que los chasis (con o sin cabina). Además, aumentó 22 por ciento la venta de vehículos utilitarios (rango dentro de los que se incluyen el VW Caddy o el Citroën Berlingo, entre otros). La venta de las rurales de cinco puertas aumentó el 21 por ciento, mientras que la demanda de los acoplados y semirremolques se incrementó el 13 por ciento interanual. Más modesta fue la demanda de pick-ups, éstos sí, vehículos con mayor demanda en el sector agropecuario, que sólo crecieron el 4,5 por ciento respecto al año anterior.
Es de notar que la única categoría que tuvo un descenso es la de los camiones: la demanda cayó el 80 por ciento respecto del año anterior. Aquí no sólo se incluyen a los grandes camiones sino también a las camionetas de gran porte, con eje reforzado o doble rueda trasera. En cambio, no hay registros sobre la demanda de máquinas agrícolas, como tractores, cosechadoras, sembradoras, etcétera. Estas se deben declarar en un registro de maquinaria agrícola especial, dado que años atrás, al no registrarse, se reutilizaban motores y partes de chasis de estas máquinas para poner en circulación vehículos robados o dados de baja.