La ONG llevará los materiales hasta el penal de Bouwer, donde los internos fabricarán las viviendas de emergencia. Casi 2.500 internos participan en algún proyecto laboral. En la actualidad, confeccionarán uniformes y ropa para el Hospital San Roque, y repararán las 400 persianas de la institución
Atrás quedaron los tiempos en que los presos quedaban confinados en sus celdas durante años hasta terminar de cumplir la condena.
En Córdoba, cada vez son más los internos que participan de alguna de las actividades propuestas por las áreas educativas y laboral.
Así es como la firma de convenios y acuerdos con organismos y dependencias de gobierno, 2.415 presos, casi la mitad de la población carcelaria hoy realiza trabajos para la comunidad.
En este contexto, el Servicio Penitenciario firmó un convenio con Un Techo para mi País mediante el cual los internos de Bouwer construirán las casas de emergencia que luego serán trasladadas a los asentamientos.
Es que en este caso, los presos no podrán salir a trabajar fuera del penal, por tratarse de personas que todavía están en fases iniciales de su condena. Pero su conflicto con la ley no les impedirá poder brindar un servicio a la comunidad.
Juan Gelos, director de Trabajo y Producción del Servicio Penitenciario, explicó que el material será trasladado hasta el penal por la ONG, “allí se construirán las casas y Un Techo para mi País brindará la logística para trasladarlas hasta los barrios donde serán emplazadas”, explicó.
Trabajos para el San Roque
En tono con esta dinámica de trabajo, en pocos días los internos que cursan la última etapa de su condena y cuentan con buena conducta podrán salir del penal de San Martín para trabajar desde los patios del Hospital San Roque en la recuperación del inmueble.
Juan Gelos informó que deberán reparar 400 persianas del hospital, actividad enmarcada en el taller de producción del SPC.
En tanto, explicó también que el Departamento de Confección de la Penitenciaría de Cruz del Eje fabrica la ropa blanca y los uniformes de la institución.
“Ellos nos dan la tela y nosotros les brindamos la mano de obra gratis y para nosotros significa un ingreso constante de material que si no no podríamos conseguir para los talleres”, agregó Gelos.
Así es como desde hace un tiempo los presos de Córdoba confeccionan las cortinas del hospital, las sábanas, frazadas, compresas de gasas, batas, cobertores de instrumental y uniformes. Por su parte, el taller de herrería realizó las rejas y ahora es el turno de las persianas.
“Es un trabajo en etapas, de apoco vamos haciendo lo que el hospital necesita”, explicó el directivo.
De esta manera, los internos dejaron de ser una masa ociosa para convertirse en colaboradores.
Es que el Ministerio de Justicia determinó que la política del SPC debe girar en torno a dos ejes fundamentales: educación y trabajo.
“Para que los internos tengan ocupaciones, así ase logró bajar notablemente el nivel de violencia en los pabellones”, añadió Gelos.
Es que muchos eligen además hacer doble turno o participar de varios talleres porque “así se les pasa el día más rápido y la condena también”, comentó el jefe de área.
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