El Jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, destacó hoy que la empresa de origen coreano Posco, líder en el rubro siderúrgico en su país, anunció una inversión por U$S 230 millones, en un proyecto de producción de litio en Jujuy.
En la conferencia de prensa matutina, en la Casa de Gobierno, Capityanich precisó que la inversión se realizará en Salar de Cauchari, con la meta de la extracción de 80 mil toneladas para 2020, con una inversión inicial en una planta piloto de U$S 30 millones. Posco es la tercera en importancia en el rubro siderúrgico en ese país asíatico y desembolsará dichas sumas para el desarrollo del Salar de Cauchari. Los directivos de Posco mantuvieron una reunión de trabajo con el secretario de Minería, Jorge Mayoral, en la sede de la firma en Seúl, en el marco de la gira que lleva adelante por países asiáticos. La empresa planea poner en explotación el proyecto para fines de 2015 o principios de 2016, con una producción inicial de 20.000 toneladas, con el objetivo de llevarla a 80.000 toneladas en 2020. En la reunión participaron el vicepresidente de Posco, Chan In Hwa, y el responsable de Proyectos de la compañía, Youn Hoon Lee. El encuentro forma parte de la apretada agenda que viene cumpliendo el funcionario en el marco de la gira que realiza por países asiáticos, que ya incluyó a China y Corea del Sur y que finalizará en Tokio, Japón, en el marco de la campaña impulsada por el Ministerio de Planificación Federal para promover la llegada de inversiones en minería al país. Posco es un empresa centrada en la actividad siderúrgica que produce 40 millones de toneladas de acero por año. Ocupa el puesto 18 en el ranking de capitalizacion de mercado, y cuenta con 70.000 empleados a nivel mundial.
En la reunión, Mayoral los invitó a participar de otros proyectos de inversión y se comprometió a enviarles una serie de propuestas para que las analicen y luego conformen parte de una agenda cuando el vicepresidente de la firma visite Buenos Aires en diciembre próximo. Durante la jornada de hoy, la comitiva argentina también fue recibida por el presidente de la empresa Kores (Korean Resurces Corporationl), Jung Sik Hoh, quien manifestó estar interesado en invertir en «proyecto competitivos internacionalmente». Kores es una gran empresa coreana que tiene actividad en distintos países de latinaomérica. En Argentina está en la localidad de Salar, en la provincia de Catamarca. Sik Hoh propuso continuar la reunión de Seúl en Buenos Aires en el corto plazo, para analizar proyectos de cobre.
Investigadores argentinos están llevando a cabo un megaproyecto para explotar y darle valor agregado a un metal que abunda en todo nuestro país, particularmente en los salares de Catamarca, Salta y Jujuy: el Litio. Conocido como el “petróleo del futuro”, los expertos buscan utilizar este mineral para fabricar baterías de calidad internacional, como aquellas que presentan las computadoras del plan Conectar-Igualdad.
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Guillermo Meliseo (para Agencia CTyS) – Del griego “piedrecita” y de color blanco plata, el litio(Li) es un metal blando que se oxida rápidamente en contacto con el aire o el agua. Hoy en día, el mineral del litio presenta múltiples aplicaciones, que van desde la fabricación de baterías para los autos eléctricos, computadoras portátiles y celulares, hasta la producción de aluminio. Desde la confección de vidrios y cerámicas hasta la fabricación de lubricantes y medicamentos antidepresivos.
La puesta en práctica de cinco laboratorios que estarán funcionando a pleno mediados del 2014 para desarrollar el megaproyecto corre por cuenta de un equipo de investigación integrado por el ex decano de la Facultad de Matemática, Astronomía y Física (Famaf) de la Universidad de Córdoba, Dr. Daniel Barraco, además de el Dr. Juan Collet Lacoste, de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CONEA); el Dr. Ezequiel Leiva, de la Universidad de Córdoba, el Dr. Arnaldo Visintin, de la Universidad Nacional de La Plata y el Dr. Jorge Pérez, del Instituto Universitario Aeronáutico (IUA).
“El proyecto, originariamente, consiste en desarrollar el material activo de las baterías (pastas o polvos) para construir cátodos, ánodos y electrolitios. En la segunda parte se busca generar un proceso de purificación de la salmuera para llevarla a carbonato de litio en un 99%”, explica el coordinador del proyecto, el Dr. Barraco a la Agencia CTyS.
Según el investigador del CONICET, el subsecretario de Industria de la Nación Javier Rando fue quien le propuso agregar al proyecto un tercer proceso, que consiste en la creación de baterías de litio para ser destinadas al plan Conectar-Igualdad y, más adelante, a la fabricación de automóviles sustentables con energía eléctrica. Entonces, además de la elaboración de las pastas para el desarrollo de cátodos, ánodos y electrolitios, y la purificación del carbonato de litio, la creación de las baterías de Ion-litio será el resultado final de este megaproyecto industria argentina.
“En esta última parte del proceso se deben construir algunas sustancias orgánicas como polímeros, que son necesarios para armar las celdas de las baterías. Una vez que está hecha la celda, se debe perfeccionar la batería de acuerdo a su finalidad; algunas pueden ser cilíndricas y otras planas”, detalló Barraco.
Megaproyecto Industria Argentina
Para extraer el litio de los inmensos lagos salados se debe perforar las salinas, llegar hasta donde está la salmuera, extraer esas aguas, purificarlas y de ahí se obtiene carbonato de litio a un 99,6%, que es lo que se exige a nivel internacional para fabricar baterías, explican los investigadores.
Actualmente, la Argentina no cuenta con plantas de tecnología nacional para purificar la salmuera y obtener un 99,6% de carbonato de litio. Sin embargo, la idea de los científicos es instalar una planta purificadora que sea capaz de elaborar las propias pastas para que su producción sea nacional, y de esta forma no depender de empresas privadas o extranjeras.
“El objetivo de la planta de purificación no será solamente la producción de carbonato de litio; también se espera poner en funcionamiento una planta testigo para saber el costo real del carbonato de litio, en un intento por saber cuánto es la ganancia real de las empresas que ya están funcionando en la zona”, adelantó el coordinador del proyecto.
Teniendo en cuenta que el territorio argentino ofrece una gran extensión salina de unos 8.200 kilómetros cuadrados, el especialista cree que el país no puede dejar pasar la oportunidad única de explotar y dar valor agregado a este mineral. “Acá hay una gran revolución que es parte de la gran crisis económica que está sufriendo el mundo. Lo que va a cambiar en los próximos 10-20 años son las fuentes de energías y, necesariamente, hay que cambiar también los vectores energéticos, acumuladores, porque vamos a tener que sustituir al petróleo”, sostiene el Dr. Daniel Barraco.
Según el Centro de estadísticas Geológicas de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en ingles), la mayor reserva de litio se encuentra en el salar de Uyuni (Bolivia), que posee 100 millones de toneladas de litio. Luego le sigue el salar de Atacama (Chile), con el 29% de los depósitos y, finalmente, las provincias de Jujuy, Salta y Catamarca (Argentina) con 11 millones de toneladas métricas que, en su mayoría, se exportan a países como Estados Unidos, Inglaterra, Alemania, China, Rusia, Japón y Holanda.
“Estamos frente a un nuevo paradigma: el del cambio de las fuentes de energía, que es un cambio no científico, pero sí tecnológico. Hay una nueva revolución industrial, que es la revolución de la energía, igual que la primera gran revolución industrial”, concluye el experto.
De acuerdo con el cronograma de actividades, los investigadores esperan tener la primera flota de baterías en octubre del año próximo, con excepción de los polvos que se van a comprar en el exterior. El siguiente paso será crear, para finales del 2013, una planta nacional que se encargue de fabricar los polvos y luego las pastas. Y, para el 2014, los expertos estiman la creación de una fábrica purificadora del carbonato de litio, ubicada en las provincias productoras, o sea, Jujuy, Salta y Catamarca.
La presidenta Cristina Fernández mantuvo una audiencia con el gobernador de Jujuy, Eduardo Fellner y representantes de comunidades originarias, quien le presentó un proyecto para la extracción e industrialización de litio en el salar de Olaroz.
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner mantuvo una audiencia con el gobernador de Jujuy, Eduardo Fellner y representantes de comunidades originarias, quien le presentó un proyecto para la extracción e industrialización de litio en el salar de Olaroz.
También participaron de la reunión, en el despacho presidencial de la Casa de Gobierno, los ministros de Planificación, Julio De Vido, y de Industria, Débora Giorgi, y el secretario de Minería, Jorge Mayoral.
Luego de la audiencia, Fellner destacó que “el proyecto nos permitirá exportar litio al mundo y dar crecimiento a las comunidades de la región”.
Subrayó, además, que «se trata de una minería responsable, que respeta el ambiente e integra a la sociedad». Explicó que se crearán unos 250 empleos directos y que el convenio exige que un 49% de los insumos sean proveídos por empresas jujeñas.
El mandatario señaló que el proyecto, desarrollado en consenso con las comunidades locales y con el aporte de la Universidad Nacional de Jujuy, “permitirá generar valor agregado, y para eso hay una apuesta muy fuerte de los Ministerios de Industria y Planificación de la Nación”.
En tanto, Mayoral resaltó que “la inversión se hará en una de las zonas más inhóspitas de la Argentina» y que «generará empleo para los pueblos originarios».
A su vez, la representante de las comunidades originarias locales, Rosaana Calpachay, expresó su apoyo al proyecto porque, dijo, “queremos seguir viviendo en nuestras comunidades”.
“Estamos trabajando en conjunto con la empresa, el estado provincial y el nacional para aprender a cuidar el medio ambiente”, agregó.
El proyecto, bautizado «Olaroz-Sales de Jujuy», será realizado por el grupo australiano-canadiense «Oro-Cobre Limitada», asociado a la estatal Jujuy Energía Sociedad de Estado (Jense), con una inversión prevista de $1.200 millones.
El Noroeste recibirá US$ 500 millones para producir en salares a más de 3500 metros la materia prima para baterías de autos y celulares
Carlos F. Pastrana Para LA NACION
SALAR DEL RINCON, Salta.- Con el marco de cumbres de más de 5000 metros se extiende en 420 km2 el Salar del Rincón, el sitio más avanzado en el desarrollo en Salta de la producción de litio, que en la zona andina moviliza a numerosas compañías que en 2009 invirtieron unos $ 100 millones. Para éste y los próximos dos años se aguardan inversiones por US$ 500 millones por la necesidad de garantizar la provisión de un recurso que tienen pocos países.
La industria del litio apunta a reemplazar el petróleo como combustible en los automotores y en la generación eléctrica de celulares, computadoras, herramientas eléctricas, industria aeroespacial, grasas lubricantes, entre otras aplicaciones, destaca el secretario de Minería de Salta, Ricardo Salas. Entre los 12 salares salteños suman una superficie de 4009 km2, ubicados entre 3500 y 4000 metros sobre el nivel del mar. Se otorgaron ya concesiones por 4235 km2, no sólo por el litio, puntualiza el funcionario.
El presidente de la Cámara de Minería de Salta, Facundo Huidobro, señala que la Argentina corre con ventajas comparativas en litio frente a Chile y Bolivia, cuyo Salar Uyuni es una de las mayores reservas del mundo. SMQ, compañía con presencia en Chile, aporta 30% del litio en el mundo; Chemetal, también en Chile, el 28%, y Minera del Altiplano, radicada en Salta, el 19 por ciento.
«La importancia estratégica que la producción de litio recuperó al encontrar aplicaciones energéticas tiene una potencialidad que permite estimar el crecimiento de la demanda mundial a un ritmo sostenido de entre 7 y 9% anual», destaca el presidente de la Unión Industrial Salteña y gerente general de Minera del Altiplano, Daniel Chávez Díaz. Agrega que la eficiencia de costos es clave en la industria.
En la puna salteña están ADY Resources, con un desarrollo avanzado, mientras que en etapas preparatorias o exploratorias están Ekeko, Li3 Energy, Orcobre, Sputh American Salars, Minera Exar, Compañía Minera Solitario Argentina, Latin American Salars, Rodenia y Bolloré, vinculado a la industria automotriz francesa.
ADY Rincón Lithium, de capitales australianos, es la controladora de ADY Resources, que el año pasado produjo 14 toneladas de litio en el Salar del Rincón, a 270 kilómetros al noroeste de la capital salteña y a 25 kilómetros de la frontera con Chile, con un área de 350 km2. El camino de montaña muestra cursos de agua congelada y rodeos de vicuña y desde lejos, en medio de un paisaje solitario y árido, se divisan las construcciones para vivienda y fábrica y las pozas de evaporación para concentración de la salmuera, de la que se extrae el litio mediante un tratamiento en la planta en construcción, donde ya se produjo carbonato de litio en forma experimental. El ingeniero Emanuel Castillo informa que el año próximo se producirá carbonato de litio: en una primera etapa, 1200 toneladas anuales, y después, hidróxido de litio, cloruro de litio y litio metálico.
Daniel Galli, director técnico de ADY Resources, agrega que a 250 kilómetros, en Salar de Río Grande, se produce el sulfato de sodio necesario para la obtención de las sales de litio. Aclara que los residuos no vuelven a los salares, sino que se colocan en zonas «impermeables» para evitar la alteración del medio y se estudia su reciclado en subproductos que pueden usarse en el agro. Rodrigo Frías, representante legal de la empresa, destaca el contacto con las comunidades cercanas, donde procuran generar fuentes de mano de obra directas e indirectas para el polo estratégico de desarrollo, que cuenta ya con 74 empleados, a los que se deben sumar prestadores y proveedores de servicios. Las inversiones a la fecha ascienden a $ 100 millones.
Desde 1990, Minera del Altiplano, subsidiaria de la norteamericana FMC, apuesta al litio. Comenzó su producción en 1997 y lleva invertidos US$ 185 millones. En Salar del Hombre Muerto, en plena Puna catamarqueña, y en General Güemes, Salta, trabaja para la producción de carbonato de litio, cloruro de litio y fluoruro de litio. La producción anual tuvo altibajos por la demanda y en 1999 debió cerrar la planta de carbonato de litio por los costos, pero desde 2002 se inició un crecimiento sostenido y en 2008 operó a máxima capacidad de producción anual, de 12.200 toneladas de carbonato y 10.000 toneladas de cloruro, todo para exportar, sobre todo, a EE.UU., la Unión Europea, China y Japón.
Cuenta con 240 empleados directos y alrededor de 1100 indirectos. Chávez Díaz añade que la situación del mercado internacional motivó que se esté pensando en expandir las operaciones extractivas y en la planta industrial, aprovechando además la salmuera residual para el fertilizante cloruro de potasio.
El país tiene la tercera reserva del mundo de litio y es uno de los vértices del triángulo que Forbes llamó “la Arabia Saudita” del mineral. Una oportunidad para participar en la próxima revolución industrial.
Hay aires de una nueva revolución industrial en el mundo. El seguro fin de las reservas fósiles, sumado a que su uso ya es más nocivo que beneficioso, desde el impacto al medio ambiente hasta el (des)equilibrio político, anuncia el advenimiento de una tercera etapa en la evolución productiva. Y para la continuidad del planeta, deberá ser obligadamente ecológica. Por eso las fuentes alternativas de energía son la vedette del momento y entre ellas se destaca el litio, uno de los sucesores del petróleo. Desde pilas y baterías hasta cerámicas y medicina, el mineral está presente en la vida cotidiana, tal como el combustible negro a través de los plásticos. Y aunque todavía no alcanzó el techo de sus posibilidades, se anticipa el boom comercial que vivirá de la mano de autos híbridos y eléctricos, que usan baterías de litio. Las salinas de la Argentina, Bolivia y Chile concentran el 85 por ciento de las reservas mundiales del mineral y conforman un triángulo que la revista Forbes denominó la “Arabia Saudita del litio”. Si de la primera revolución industrial, marcada por la máquina de vapor y liderada por Inglaterra, la Argentina quedó afuera porque era colonia española, y en la segunda los intentos de Enrique Mosconi al frente de YPF no alcanzaron para ubicar al país entre los del primer mundo, ahora la Argentina tiene una nueva oportunidad para salir del rol de proveedora de materia prima.
“Donde hay un salar, hay litio. Pero no en todos se puede extraer y no todos son rentables”, dice Pablo Adad, socio gerente de Minera Santa Rita, del grupo familiar Yampa. La empresa extrae boratos de las minas Patitos (salar Centenario, Salta) y San Antonio (salar Caucharí, Jujuy) y firmó un convenio con los grupos Bolloré y Eramet, de Francia, para la exploración de sus yacimientos. “Hay que usar tecnología onerosa, con gastos e inversiones de mucho riesgo para una empresa familiar –detalló–. Para que sea rentable el contenido de litio debe ser elevado en partículas por millón y tener movilidad en las napas subterráneas del salar para extraerlo por bombeo.”
Exploración es la palabra de moda: al menos una docena de empresas transnacionales trabaja sobre los salares del norte argentino para determinar la factibilidad de extracción de litio. Es un negocio promisorio: en 2008 sólo uno de sus derivados, el carbonato, movió 590 millones de dólares.
El país ocupa el tercer lugar en importancia en cuanto a reservas mundiales, que se estiman en once millones de toneladas métricas (tnm) y cotizan a siete mil dólares la tonelada. El primero es Bolivia, que concentra el 50 por ciento en el Salar de Uyuni, y el segundo, Chile, que tiene el 25 por ciento con el Salar de Atacama.
Según el centro de Estadísticas Geológicas de Estados Unidos, la producción está en manos de once países, liderados a nivel de comercialización por Chile, que vende anualmente 12 mil tnm, equivalente al 43,8 por ciento del mercado. Lo siguen Australia, China y en cuarto lugar, la Argentina, que acapara el 11,68 por ciento del mercado con la venta de 3.200 tnm anuales, un 6,67 por ciento más que el año anterior. Tres naciones no explotan todavía sus yacimientos, entre ellas Bolivia, que puede dar vuelta el panorama mundial cuando comience a producir en Uyuni, un salar con un valor estimado en 515.000 millones de dólares.
“El litio puede constituirse en un punto de inflexión en el modelo de explotación minera en el país. Participamos del exclusivo club de poseedores de un recurso estratégico para la fabricación de acumuladores eléctricos que, además de su mayor eficiencia, no contaminan el ambiente al ser desechados”, señala Rodolfo Tecchi, miembro del Directorio de la Agencia Nacional de Promoción Científica, dependiente del Ministerio de Ciencia y Técnica.
La inflexión se producirá a corto plazo y seguirá el ritmo de la fabricación de automóviles eléctricos, del tipo plug in (se enchufan durante la noche para recargar las baterías), o híbridos, que cuentan con dos motores, uno eléctrico y otro de combustión interna. Ese segmento ocupa hoy el uno por ciento del mercado (60.000 coches) pero para 2015 se espera que el stock alcance los dos millones de unidades.
Está presente en celulares, computadoras portátiles, cámaras digitales y, en poco tiempo más, en buena parte de los autos del país y el mundo. Su relativa escasez lo ha vuelto la nueva y principal obsesión de autopartistas y fabricantes de automóviles de liderazgo mundial
Y empresas como Toyota y Mitsubishi ya rubricaron acuerdos con compañías locales y de la región para asegurarse la provisión de cara a las próximas décadas.
Hoy la Argentina aparece como el tercer productor mundial, pero tiene potencial para transformarse en el primero de lo que algunos expertos denominan la “commodity del futuro” en menos de dos años. El nombre del nuevo objeto de deseo: litio.
Distribuido en los salares de provincias como Salta, Jujuy y Catamarca, y extraído mediante técnicas de evaporación, este metal de naturaleza reactiva y versátil se ha convertido en el imán que mayor cantidad de inversiones está recibiendo en estos últimos meses. Su secreto: es el material más dúctil y rendidor para la fabricación de baterías.
La profunda inclinación que muestran las automotrices por la producción, cada vez a mayor escala de vehículos híbridos, sumada a la demanda que viene del sector de la electrónica de consumo, es lo que permite anticipar la explosión del negocio del litio en el mediano plazo.
Un pronóstico en esa dirección: la firma oriental de investigación de mercado Fuji-Keizai sostiene que el mercado global de baterías de litio, orientadas sólo a los autos, crecerá a u$s24.800 millones en los próximos cuatro años, frente a los u$s27,5 millones que el mismo sector movió durante 2009.
En la actualidad, japoneses, coreanos y chinos aparecen como los protagonistas de una ola de proyectos y explotaciones que, con epicentro en la Puna argentina, acumulan desembolsos por encima de los 120 millones de dólares.
El rival a vencer es Chile, actual primer exportador mundial de la materia, aunque las grandes cantidades de litio que acumula Bolivia –todavía sin explotar– podrían aminorar la demanda de producto local. Aún así, las amplias reservas con las que cuenta la Argentina dejan margen para suponer una mejor posición en la nómina de líderes.
“Argentina está frente a una oportunidad histórica. Hoy las grandes regiones mundiales donde se concentra el litio son el salar de Atacama, en Chile, Uyuni, en Bolivia, y nuestra Puna. La diferencia es que aquí las inversiones ya se están llevando a cabo, y con la ventaja de que puede ubicarse más mineral. La vida de un yacimiento de litio puede perdurar por más de 70 años, por lo que eso ofrece mejores perspectivas de inversión a futuro”, afirmó a iProfesional.com Facundo Huidobro, director de Mansfield Minera y secretario de GEMERA, la cámara que aglutina a las empresas de exploración que operan en la Argentina.
“Hoy, firmas como FMC Minera del Altiplano, Ady Resources, y la firma Ekeko, por ejemplo, son los que están produciendo o comenzarán a hacerlo en el transcurso de este año. La mayoría, muy bien posicionados a nivel mundial y con escala para avanzar en más proyectos”, añadió el ejecutivo, quien además es titular de la Cámara de Minería de Salta.
Una materia prima clave, de cara al futuro Más allá de las operadoras en sí mismas, lo relevante de la Argentina en el mapa mundial del litio queda expuesto por el movimiento de algunas automotrices, que ya concretaron convenios para asegurarse el material en los próximos años.
El incremento en la producción de vehículos híbridos explica la tendencia. “La incidencia del litio en la nueva industria es vital. Un auto híbrido de última generación requiere, en promedio, 10 kilos de ese mineral. Por eso ya genera convenios como el que cerró Toyota en Argentina”, sostuvo Huidobro.
A fines de enero último, uno de los proveedores clave de la automotriz mencionada, la compañía Toyota Tsusho, se aseguró el suministro a largo plazo de litio en el país, en lo que representa uno de los primeros acuerdos globales de recursos naturales, de cara a la masificación de los autos eléctricos.
Mediante una inversión cercana a los u$s120 millones, la firma pagará por un estudio de viabilidad este año en un proyecto de litio en el Norte operado por Orocobre, que cotiza en Australia, y se quedará con una participación de 25% del proyecto resultante.
La decisión de Toyota Tsusho también será replicada por Mitsubishi, que está por cerrar un acuerdo similar con mineras que operan en la Puna. Esta última viene protagonizando una polémica en Bolivia, tras solicitarle al gobierno que encabeza Evo Morales que le otorgue un área de litio para “mantenerla como reserva por 10 años, para cuando se abra completamente el mercado de los híbridos”.
De vuelta en la Argentina, los empresarios apuestan sin vueltas por la extracción inmediata. “Los capitales asiáticos están mostrándose cada vez más interesados en lo que hace a la explotación del litio. Mientras que los estadounidenses y los canadienses invierten más en la búsqueda, es notorio como japoneses y chinos preparan los desembolsos para intervenir una vez que se ubica el mineral”, dijo Huidobro.
Según el empresario, el aprovechamiento del litio que se extrae en todo el planeta se divide de esta forma:
•El 29% se destina a la fabricación de baterías para automóviles y productos electrónicos de consumo masivo.
•El 20% está dirigido a la producción de aluminios.
•Otro 20% se utiliza en la confección de vidrios y cerámicas.
•Un 13% es volcado a la fabricación de lubricantes.
•Otro 18% se destina a múltiples industrias.
Consultado por iProfesional.com Julio Ríos Gómez, presidente de GEMERA, sostuvo que el litio “representa el gran interés para los exploradores, y ocupa un lugar preponderante dentro de los más de 20 proyectos de búsqueda de minerales que se pondrán en marcha este año en la Argentina”.
“La demanda para hacer baterías es cada vez mayor. Hoy Chile controla casi el 50% de la exportación, pero nuestro país podrá jugarle de igual a igual en breve. Algo similar puede decirse del uranio, donde el potencial del país se mantiene latente», aseguró.
Más interés Otra de las compañías que develó recientemente su interés por el litio argentino es la autopartista austro-canadiense Magna, que acaba de invertir u$s10 millones en Lithium Americas a cambio de recibir parte del metal que esta firma extrae también en el norte del país.
La decisión de la firma norteamericana responde a un pedido de Ford, que en el último tramo del año pasado le solicitó de manera formal que lleve adelante el desarrollo de un Focus capaz de funcionar a electricidad.
“Para que Argentina acumule más inversiones y se transforme en número uno se tiene que dar una sintonía en las condiciones políticas de las provincias. En regulación y demás. El recurso está y es abundante; en eso somos un país privilegiado. Hay que brindar seguridad para que los inversores no se desvíen a otras regiones”, concluyó Huidobro.
Durante 2009, la Argentina vendió alrededor de 6.000 toneladas de litio a Estados Unidos, Inglaterra, Alemania, China y Rusia.
Hoy por hoy, las dos mayores empresas productoras de litio del mundo son Qinghau Salt y Sociedad Química y Minera de Chile. La primera es de origen chino y sus acciones cotizan en el mercado de Shentzen. Su capitalización bursátil alcanza a los 10.375 millones de dólares. La segunda es chilena, su capitalización es de u$s10.360 millones y cotiza en Wall Street.
Conforme a lo dicho, a la Argentina se le abre una gran oportunidad para capitalizar la extracción de este recurso que, por el uso que se le da y se le dará en el corto plazo, brindará enormes oportunidades de negocios.
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