Pese a la crisis financiera internacional, este año se pusieron en marcha varios proyectos en el sector, según confirmó el secretario de Minería, Jorge Mayoral. Además, señaló que aumentó 259 por ciento la generación de puestos de empleo de alta calificación en los últimos seis años, superando los 260 mil.
La minería acumula 27.000 millones de pesos en inversiones desde 2003 a la fecha, y pese a la crisis financiera internacional puso este año en marcha varios proyectos y confía en sumar Pascua Lama, considerado como el emprendimiento mas ambicioso de sector, ya que demandará una inversión de alrededor de 3.000 millones de dólares.
«Desde el 2003 a la fecha las inversiones crecieron de manera acumulada al 1.000 por ciento, superando los 27.000 millones de pesos; 900 por ciento aumentó el número de proyectos para desarrollar por el sector», afirmó el secretario de Minería de la Nación, Jorge Mayoral.
El funcionario señaló, además, que la minería argentina aumentó la generación de empleo de alta calificación en los seis últimos años en un 259 por ciento, superando los 260.000 puestos entre directos e indirectos.
Al respecto destacó que el sector «paga, según los especialistas, uno de los tres mejores salarios de cualquier sector productivo y/o de servicio de toda nuestra economía».
Mayoral, al encabezar en el Centro Costa Salguero la celebración del Día de la Minería, en el marco de la exposición «Arminera 2009», dijo que las inversiones en el sector siguen creciendo y estimó que este año «rondarán los 25.000 millones de pesos».
«Esto adquiere mayor relevancia porque al mismo tiempo que en Argentina inauguramos nuevos proyectos y afincamos nuevas inversiones, en el mundo se están cerrando desde noviembre pasado 76 proyectos mineros primarios y hay unos 40.000 empleos en la región perdidos, sumando los de Chile, México, Guatemala, Perú y Bolivia, por el momento especial que vive el mundo», resaltó el funcionario.
Sin explicitarlo, el funcionario aludió al proyecto binacional Pascua Lama, que se desarrollará en la provincia de San Juan en el límite con Chile, cuando dijo que «estamos en los umbrales de las decisiones más importantes y trascendentes sobre la vida de dos megaproyectos emblemáticos para nuestra minería, relevantes para nuestro país y prioritarios para la afirmación de políticas de integración con los vecinos países de Chile y Brasil».
Pascua Lama-proyecto binacional entre Chile y Argentina- se ubica a 5.550 metros sobre el nivel del mar en plena cordillera de Los Andes y se estima que tiene unos 18 millones de onzas de oro, es uno de los principales reservorios de plata y en menor medida de cobre.
Este es también uno de los proyectos que el presidente de la Cámara Argentina de Empresas Mineras (CAEM), Manuel Benítez, destaca para el corriente año.
«El sector antes de la crisis tenía una proyección de inversión de 5.000 millones de dólares para los próximos cinco años y que frente a la crisis no bajamos los brazos», dijo el empresario.
En ese sentido enumeró los proyectos puestos en marcha en 2009, como Manantial Espejo, en Santa Cruz; Pirquitas en Jujuy; y Gualcamayo en San Juan, y «esperamos ansiosos iniciar Pascua Lama operado por la Barricck Gold (minera canadiense), en San Juan», remarcó.
El compromiso del sector minero fue graficado por Benítez cuando dijo que «no somos capitales golondrina, no somos capitales especulativos, somos la roca, somos el tiempo, somos el desarrollo, y por eso la industria minera se asume como el sector que nuclea y da origen a muchas industrias diferentes».
Por ese compromiso el empresario reclamó «controles eficientes y no prohibición para la minería», y pidió a la sociedad y la clase política que contribuyan a destrabar los más de 400 proyectos de exploración que están en evolución o proceso de desarrollo.
En reiteradas ocasiones los proyectos mineros han tropezado con el rechazo de entidades ambientalistas y de los mismos vecinos que descreen de la responsabilidad empresaria para cumplir con los procesos descontaminantes de la actividad.
Ante este cuadro de situación, Benítez dijo que a los empresarios mineros «nos interesa preservar el medio ambiente en el que algunos elegimos vivir con nuestras familias. Tenemos la más exigente legislación de control de protección ambiental y la acompañamos y aceptamos, pero también urgimos leyes que orienten y fiscalicen y no leyes que prohíban nuestra actividad».
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