La casa. La Universidad Nacional de Tres de Febrero es una de las universidades más jóvenes del país.
La escuela El Coreto y la Untref anunciaron la apertura de la carrera sobre el arte circense, de tres años de duración. Es la primera iniciativa pública del país para la formación de profesionales en esta actividad.
Por Graciela Valle
Antigua tradición popular, la enorme carpa del circo desplegada en un predio repleto de carromatos y jaulas, era el lugar de encuentro para grandes y chicos. Acróbatas, malabaristas, domadores y equilibristas atraían con su arte innovador. Los artistas circenses eran, también, embajadores culturales que hablaban de otros pueblos y, en el caso de la Argentina, dieron origen al circo criollo, una fusión con el teatro que tuvo días de gloria. El tiempo cambió la forma de presentación, pero el espectáculo sigue convocando con su magia, aumentada por la tecnología: el Cirque du Soleil es un claro ejemplo de modernidad y tradición. Acorde con esa realidad, la Universidad Nacional de Tres de Febrero (Untref), en alianza con la escuela de circo El Coreto, dictará a partir de este año la carrera Artes del Circo, de poco más de tres años de duración.
“En la Argentina, cuna de grandes artistas circenses de todos los tiempos, el circo dio nacimiento al teatro nacional. Hoy, en el mundo entero hay un proceso de renovación y jerarquización de este arte; pero en el país la formación de artistas polivalentes que puedan hacer, pensar y crear, era una deuda”, sostiene Gabriela Ricardes, directora de El Coreto, escuela de amplia trayectoria en la formación de artistas circenses.
Otorgarle nivel universitario al circo es una manera de saldar esa deuda. La inscripción se realiza hasta el 21 de febrero, la carrera es gratuita y pueden anotarse menores de 23 años que tengan cierta base en alguna de las técnicas de circo (aclaración necesaria: la inscripción no es un casting). Acrobacia, danza, malabares, biomecánica y gestión comercial circense son algunas de las materias que conforman la carrera. Según Enrique Valiente, coordinador de Gestión del Arte y la Cultura de la Untref, “hay un ciclo introductorio de formación general, común a todas las disciplinas. Algunas materias son de fuerte densidad teórica, como Historia del circo, Historia del arte, Anatomía funcional, Biomecánica y Análisis de la cultura, y otras materias son de orden práctico y abarcan acrobacia, malabares, danza y teatro. Los alumnos se graduarán con la preparación de un número de espectáculo que deben presentar en público”.
Ricardes está convencida de que “para tener un circo con futuro es necesario formar a quienes serán los artistas del futuro. No es casual que cuando se habla de ‘nuevo circo’ o de ‘circo contemporáneo’, surjan referencias artísticas de Francia y Canadá, países que fomentaron la enseñanza superior pública en Artes del Circo hace más de 25 años”.
En realidad fueron pioneros en responder a una necesidad: la formación de artistas, ya que se había cortado la histórica transmisión de conocimientos de padres a hijos. Ese corte coincidió con que profesionales de otras ramas se acercaron al circo y comenzaron a renovar las técnicas. “Eso marcó una nueva necesidad: formar artistas contemporáneos que pudieran rescatar el espíritu de espectáculo innovador, itinerante, embajador del arte y la cultura. Si existen formaciones superiores de danza, teatro, música, ¿por qué no de circo?”, se pregunta Ricardes.
En la escuela que dirige se dictarán, por este año, las materias prácticas; las de orden teórico se desarrollarán en la sede de la Untref, en la localidad bonaerense de Caseros. La universidad espera disponer, para 2010, de un espacio propio cercano a la sede donde los alumnos puedan practicar hasta que se termine de construir el campus universitario donde funcionará la carrera de Artes del Circo, que también cuenta con el apoyo de instituciones públicas y privadas de Francia y Canadá, entre otros países.
De esa forma, la universidad –un lugar tradicionalmente entendido como institución de formación académica para “eruditos”– se poblará de artistas: coreógrafos, músicos, bailarines, trapecistas y actores de nuestro país e invitados de L’Ecole National de Rosny-sous-Bois y de L’Ecole de Cirque del Canadá.
Para Valiente, el carácter innovador de la carrera es un desafío en muchos sentidos, aunque la universidad se destaca por sus propuestas creativas y no tradicionales: “El imaginario que tenemos sobre el circo en su sentido más tradicional lo vincula a destrezas y competencias físicas, transmitidas en forma familiar de una generación a la siguiente. La renovación conceptual en las artes del circo complejizó la formación del artista, lo cual promovió la creación de una educación formal y sistematizada, que incorporó conocimientos de numerosas disciplinas”.
Acerca del futuro laboral de los egresados de esta carrera, Gabriela Ricardes señala que los artistas “son muy requeridos para comedias musicales, compañías de teatro, circos que recambian artistas y también tendrán la posibilidad de armar sus propias compañías”. Enrique Valiente agrega, con entusiasmo, que “toda vez que se inicia un campo académico, las posibilidades de inserción profesional también se modifican, pues con el tiempo se crean oportunidades, nichos que no existían o eran cubiertos por otras especialidades. Esto ha sucedido en otras partes del mundo con el ‘nuevo circo’ y sin dudas ocurrirá aquí también”.
Hasta el momento, el interés que despertó el anuncio del lanzamiento de la carrera superó las expectativas de los organizadores: “Recibimos pedidos de información de varios países de América latina, en especial de algunos en los que existe una fuerte tradición circense como Perú –comenta Valiente–. Y hay muchos estudiantes del interior del país que ya se radicaron en Buenos Aires a la espera del inicio de la inscripción”.