Hubo dos medallas de bronce para la Argentina: fueron premiados Ignacio Darago, del Nacional Buenos Aires, y Bruno Staffa, de un colegio comercial de Bahía Blanca. El equipo terminó 54º en la 53ª Olimpíada Internacional de Matemática

Con un fuerte predominio de los países orientales, finalizó la 53ª edición de la Olimpíada Internacional de Matemática, en la cual participaron 548 alumnos de cien países, de entre 14 y 18 años (496 hombres y 52 mujeres).
Argentina quedó ubicada en el puesto 54º, bastante similar al 49º del anterior certamen, desarrollado en Ámsterdam, aunque en este caso los protagonistas remarcaron que se desenvolvieron mejor como equipo, porque en Holanda Ariel Zylber obtuvo la medalla de oro, mientras que en esta oportunidad los lauros estuvieron más repartidos, con cuatro menciones honoríficas y dos de medallas de bronce: Ignacio Darago, del Colegio Nacional de Buenos Aires, y Bruno Staffa, de la Escuela Superior de Comercio «Prudencio Cornejo», de Bahía Blanca. Ambos tienen 17 años y esta fue su última olimpíada.
El año que viene estudiarán la licenciatura en Matemáticas en la Universidad de Buenos Aires.
«La experiencia fue maravillosa, hay un gran intercambio cultural, sociabilizás con chicos de todo el mundo y además es muy lindo también desde el punto de vista matemático, por la dificultad y por conocer cómo es en otros lugares», comentó Staffa a Tiempo Argentino. Su compañero Darago agregó: «Es una experiencia que consiste en muchas cosas que son chiquitas pero, cuando se juntan todas, es algo muy grande.»
Llegar hasta aquí no fue nada sencillo. Debieron superar numerosas instancias desde la competencia intercolegial hasta la nacional. Una vez seleccionados, tuvieron un entrenamiento intensivo de un mes en Ciudad Universitaria, con coordinadores y apoyo de ex olímpicos. El martes y el miércoles pasados, tuvieron que resolver tres problemas cada día, en cuatro horas y media. Después, esperaron los resultados alternando caminatas, metegol, ping pong y hasta rompecabezas de unas 25 mil piezas. Las evaluaciones, traducidas a cada una de las lenguas de los participantes, fueron elaboradas por un jurado con representantes de todos los países y presidido por el reconocido matemático argentino Luis Caffarelli.
Para los chicos, tan importante como el resultado es idear el camino para obtenerlo. Staffa contó que «los problemas son de álgebra, geometría, aritmética o combinatoria. Se apela a utilizar la lógica, la creatividad, el ingenio y la intuición para resolverlos, sin tener que usar tantas herramientas teóricas.»
Esta es la segunda vez que el evento más importante en su disciplina tuvo lugar en nuestro país. El año que viene se realizará en Colombia.
República de Corea fue el único país que superó los 200 puntos, y por primera vez se coronó ganador del mundial de los números, por sobre China, la gran potencia de la categoría. En Latinoamérica, el equipo nacional quedó detrás de Colombia (46), México (31), Brasil (19) y Perú, que realizó una memorable actuación, la mejor de su historia, con su 16º lugar.
La olimpíada permite revisar los modos en que se enseñan las matemáticas. Para Bruno Staffa, «sería bueno que en la escuela se propongan problemas tratando de desarrollar un pensamiento lógico y creativo, y no pensar mecánicamente los problemas».
Corea de oro
209 puntos obtuvo la delegación de la República de Corea. En un año pasó del 13º lugar al 1º. China obtuvo el segundo puesto.
Fuente: Tiempo Argentino.
http://www.argentina.ar/_es/ciencia-y-educacion/C12824-olimpiada-de-matematica-en-mar-del-plata.php