Jugó un partido genial ante el local Andy Roddick. Arrancó mal y perdió el primer set por 6-3. Pero se recuperó, ganó los dos siguientes 7-5 y 7-6 (6), y se llevó el partido. El tandilense repitió el título que consiguió el año pasado y levantó su sexto trofeo, de cara al US Open.
Aún cuando en varios tramos del partido no pudo mostrar el mejor nivel de su tenis, Juan Martín Del Potro, segundo cabeza de serie, sacó a relucir su chapa de sexto jugador del ranking mundial. Así el tandilense mató dos pájaros de un tiro: venció por primera vez en su carrera al chileno Fernando González por 7-6 (7-2) y 6-3 y llegó a la final de Washington (1.402.000 dólares; cemento), torneo que conquistó el año pasado. Hoy irá por el sexto título de su carrera y el segundo de la temporada ante el estadounidense Andy Roddick, que anoche venció a John Isner (venía de superar al checo Tomas Berdych) por 6-7, 6-2 y 7-5. El choque entre los dos estadounidenses fue más duro para Roddick de lo esperado.
La primera semifinal se jugó con un calor intenso. Tanto que cuando perdía 3-0 en el segundo set, el chileno pidió la asistencia del fisioterapeuta de la ATP y le colocaron un collar de hielo en el cuello.
No descolló Del Potro, quien no estuvo fino en la red y mezcló buenas y malas con su servicio, a punto tal de conectar 10 aces y de cometer siete doble faltas. Pero para revertir el 3-0 en el historial ante González, el pupilo de Franco Davín fue fuerte mentalmente para salvar tres set points en el primer set. Y para jugar, luego, muy sólido en el tie break. Al fin y al cabo, el que terminó por alejar del partido a su adversario.
De todos modos, y tras un rápido quiebre en el segundo game del segundo parcial, Del Potro tuvo algunas dificultades para cerrar el partido. Estuvo 5-0 pero comenzó a errar y González –que es dirigido por el cordobés Martín Rodríguez–, comenzó a jugársela en cada tiro. Ya no tenía nada por perder. Es más, salvó dos match points y recién en el tercero, cuando falló un revés que quedó en la red, el número 1 de Argentina pudo persignarse, mirar al cielo y festejar como es su costumbre en el circuito cada vez que gana.
Del Potro jugará hoy la séptima final de su carrera, la quinta sobre una superficie rápida. E irá por el tercer título de la temporada del tenis argentino ya que sólo hubo dos alegrías en estos ocho meses de 2009: su triunfo en Auckland y el de David Nalbandian en Sydney, las dos sobre cemento y a principios de temporada.
Además buscará cantar victoria por duplicado, como ya lo hizo aquí José Luis Clerc en 1981 y 1983, y acercarse a Guillermo Vilas, campeón en 1975, 1977 y 1979. La tarea no será fácil, claro.
