El Instituto de Investigación del Ministerio de Defensa de la Nación desarrolla sistemas de cohetes, armas y programas de informática. También realiza actividades científicas como el estudio de las energías alternativas y el planeamiento de catástrofes. A partir del 2005, el organismo forma parte del proyecto nacional

Lanzador múltiple montado sobre camión Fiat 697. Por Federico Olivares Cardigonde
Pegado a Capital Federal, más precisamente colectora de General Paz y Constituyentes, en Villa Martelli, se encuentra el Instituto de Investigaciones Científicas y Técnicas para la Defensa (Citedef), que abrió sus puertas a la prensa, para que la sociedad conozca los proyectos que se realizan en su predio de 16 hectáreas.
La visita comprendió laboratorios destinados a diversas aplicaciones de láser – como por ejemplo medir el agujero de ozono -, demostraciones con simuladores de tiro, de vuelo, también laboratorios que trabajan en energías alternativas, como pilas de hidrógeno y turbinas eólicas para ser utilizadas en la Antártida y la Patagonia.
En el área de informática, los expertos expusieron sobre el Sistema “Crisis” Versión 3.0, una aplicación web que facilita operaciones de Protección Civil ante desastres o epidemias, utilizado desde hace más de un año frente a la gripe A H1N1.
Defensa. En una parada del recorrido por el predio, el coronel Juan Carlos Villanueva, mostró uno de los cuatro Lanza VC que cuenta el país – se espera tener seis al cabo de 2010 – en este caso estaba montado sobre un camión y tiene la capacidad de lanzar de uno a 27 cohetes simultáneamente.
El presidente del instituto, Eduardo Fabbre, aclara que todo el avance teconológico militar es para la defensa de la nación, y que la protección del país “compete a toda la sociedad en sí”.
Fabbre comenta que a partir del 2005 hubo un punto de inflexión, ya que desde la guerra de las Malvinas hasta ese año, el instituto estuvo en el olvido y ahora pasó a estar integrado al proyecto nacional.
Ahorro. El instituto está a cargo de la reparación del radar del buque rompehielos “Almirante Irizar”, donde el costo es de 1,3 millones de dólares cuando en el exterior exigían la suma de 5 millones de dólares.
En tanto las Fuerzas Armadas también solicitaron la reparación de otros radares fuera de servicio, ya que fuera del país pedían la suma de 270 mil dólares mientras que el CITEDEF lo hace por 12 mil dólares.
Empleo. En los últimos dos años ingresaron al instituto más de 100 personas, donde no sólo trabaja personal militar, hay un gran porcentaje de científicos del CONICET. En palabras de Fabbre, “el CITEDEF puede ser el puntapié para la creación de nuevas industrias, ya que el país no puede depender únicamente de la actividad agrícola”.
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