El Gobierno suscribirá antes de fin de año la adjudicación de las obras de Atucha III con la Atomic Energy of Canada Limited para un nuevo reactor nuclear de potencia del tipo Candú.
La obra de Atucha II insume cada día más de u$s1,5 millón El Gobierno nacional está resuelto a suscribir antes de fin de año con la Atomic Energy of Canada Limited (AECL) el contrato de adjudicación de las obras de construcción de un nuevo reactor de potencia del tipo Candú.
Se trata de una futura central nuclear similar a la de Embalse, pero con un potencial generador de 1.500 MW, en lugar de los 750 MW que posee la central cordobesa que fuera inaugurada en 1983.
Embalse está ahora en tránsito de sufrir a partir del 2012 una prolongada parada operativa, que se extenderá durante dieciocho meses, para recibir inversiones destinadas a garantizar la extensión de su vida útil bajo máximas condiciones de seguridad por otros treinta años.
En oportunidad de realizar su última visita de inspección a las obras de montaje y alistamiento que Nucleoléctrica Argentina (NASA) tiene a velocidad crucero en Atucha II, el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, había confirmado que aguas abajo del emplazamiento de ese reactor en vías de conclusión, que entrará en operación comercial hacia mediados o fines del 2012, ya existe un predio específicamente asignado para erigir Atucha III.
Las razones de la transformación de la localidad de Lima en un polo de generación nuclear se fundamentan en la nula sismicidad de esa zona bonaerense y en que en todo el conjunto de las instalaciones allí existentes contará con el soporte de una futura gerencia de asistencia a centrales nucleares que atenderá tanto a las necesidades del futuro reactor Carem-25 de diseño nacional, a las usinas de Atucha I y II de tecnología alemana (Siemens) y al reactor Candú de Atucha III, de matriz tecnológica canadiense.
Con todas esas instalaciones en Lima funcionarán un total de 3.283 MW basados en el uso de reactores de potencia alimentados con uranio natural y moderados con agua pesada, lo que garantizará la completa autonomía del ciclo de combustible de ese parque generador, capaz de aportar más de 22.000 GWh al año al Sistema Interconectado Nacional (SIN).
Con el contrato por suscribirse antes de fin de año con la canadiense AECL, el Gobierno quiere asegurarse que tras la puesta en marcha de Atucha II, hacia mediados o más tardar fines del 2012, y de la conclusión de la extensión de la vida útil de Embalse a comienzos del 2013, inmediatamente puedan ponerse en marcha los trabajos de Atucha III.
Ese nuevo proyecto de usina nuclear demandará prima facie una inversión estimada en u$s3.200 millones, para lo cual se requiere contar con todo el papelerio inherente a los contratos de las obras civiles y al oportuno suministro de los múltiples equipos atómicos y de generación convencional que requerirá Atucha III, además del respectivo proyecto de ingeniería debidamente finiquitado.
Esa inversión por encararse en Atucha III, cuya construcción demorará entre cinco y seis años, resultará apenas u$s1.000 millones mayor que los u$s2.100 millones que habrán insumido hasta el 2010 las obras de elevación a cota 83 del embalse de Yacyretá, que están a poco más de un año de finalizar.
Cabe destacar que en el conjunto de grandes obras energéticas lanzadas a partir del 2004 para consolidar el abastecimiento energético del país, la Entidad Binacional Yacyretá recibió del Tesoro nacional una masa de recursos que sumó hasta el presente desembolsos por un total de u$s1.887 millones.
Esos recursos fueron asignados para concluir trabajos básicamente ambientales adeudados desde 1997 a las comunidades aledañas a esa represa binacional, tales como Carmen del Paraná, Cambyretá, Encarnación, Posadas, Garupá y Candelaria.
A menos de seis meses de procederse al cierre de los ciclos combinados de las termoeléctricas Belgrano y San Martín (1.630 MW), que hasta ahora vienen operando a ciclo abierto, el Gobierno en un lapso de veinticuatro meses habrá visto madurar un conjunto de proyectos energéticos que pondrán punto final al escaso margen operativo con que hasta ahora se satisface la demanda del SIN.
A las formidables inversiones que están en marcha se sumarán en fecha próxima el lanzamiento de los cierres de los aprovechamientos hidroeléctricos de Garabí y Roncador sobre el río Uruguay, que el Banco Nacional de Desenvolvimiento Económico y Social financiará en un 70% de su costo, y la represa de Chihuido I, que se encaró con una inversión de riesgo que debe cubrir el 30% de esa obra.
PRÓXIMA FIRMA
CONVENIO DE LA CNEA Y NASA PARA EL CAREM-25
La Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) firmará con Nucleoeléctrica Argentina S.A. (NASA) un acuerdo para delegar en la empresa generadora estatal el diseño, montaje y puesta en marcha del BOP y la construcción del edificio del reactor CAREM-25, Central Argentina de Elementos Modulares de diseño nacional.
La Gerencia CAREM, creada en el ámbito de la CNEA, viene trabajando con NASA para determinar tanto el alcance de los trabajos que cubrirá cada una de las partes como también el marco legal en el que quedará encuadrada esa cooperación.
En tal sentido se avanzó en la creación de un convenio entre la CNEA que le haga factible disponer de los servicios de NASA.
El BOP (balance de planta) se define como el circuito secundario (con excepción de los generadores de vapor); el circuito terciario y el de agua común (CO2) de refrigeración; el generador, así como la playa de maniobras.
NASA tendría a cargo el desarrollo de las ingenierías relacionadas con la generación eléctrica del reactor CAREM, como también las obras y servicios auxiliares que incluyen los generadores de emergencia (diésel).
También se encargaría a NASA la construcción del edificio de la CAREM, aunque quedarán a cargo de la CNEA las áreas relacionadas con la dirección del proyecto y con la tecnología nuclear.
Una parte del edificio sería sobre la base de la reutilización funcional y física de un edificio de una ex planta experimental de agua pesada que fue desmantelada.
De esa forma la CNEA mantendría bajo su órbita la administración del sitio de emplazamiento de Carem; la ingeniería básica y de detalle de todas las áreas (con excepción del BOP), la dirección de obra del lado comitente, el planeamiento y control de la gestión y los procesos de calidad del proyecto.
También la CNEA se aseguraría con ese próximo convenio con NASA la puesta en marcha del reactor Carem, el informe de seguridad, el combustible nuclear por utilizarse, el estudio de impacto ambiental, además de las áreas temáticas de licenciamiento, neutrónica, termohidráulica, blindajes y la seguridad nuclear.
En los ítem de trabajo por acordarse entre la CNEA y NASA se incluye el análisis probabilístico de seguridad, el recipiente de presión, los generadores de vapor internos del reactor, mecanismos de control e instrumentación nuclear.
De esa forma sería NASA y no IMPSA el socio en el proyecto del Carem-25.
ERNESTO DE PAOLA
http://www.elargentino.com/nota-56125-Cierran-antes-de-fin-de-ano-una-inversion-de-u$s3200-para-construir-Atucha-III.html