Su labor como directora y docente de una escuela rural de Oberá, Misiones, le valió la mención al «Maestro Ilustre». Hoy Marilú recibió un premio en Casa Rosada
Marilú tiene 57 años, hace 30 que se dedica a la docencia, y desde hace siete que lo hace en la escuela rural 739 del Paraje Tomás Guido, a 38 kilómetros de la cuidad misionera de Oberá. Cuando las tormentas, el calor agobiante o las zapatillas lo permiten, hasta allí llegan de lunes a viernes 60 chicos de entre 3 y 16 años para aprender. Escriben, leen, cantan, dibujan, juegan y comen. Como la mayoría de las escuelas alejadas de los centros urbanos, la 739 funciona también como comedor comunitario a la hora del desayuno, el almuerzo y la merienda.
“Todos los días me levanto a las 4.30 para ir a la terminal de micros donde tomamos el ómnibus que recorre los 38 kilómetros. Después viene la caminata de 8, casi toda de tierra”. Marilú es Santa Isabel Aquino, directora de mañana, maestra de tarde. Pero también es suplente de los profesores que se ausentan, cocinera y una mujer multifunción que se ocupa de “los problemas que surjan”. El establecimiento tiene una oficina de dirección, un aula de nivel inicial, dos aulas de grado, una cocina, un baño completo y un quincho donde está el comedor. Los 800 pesos mensuales de subsidio estatal para la comida no alcanzan. Desde 2007 la escuela no cuenta con personal de limpieza y maestranza.
En diálogo telefónico con Criticadigital, Marilú explicó cómo hizo para convertir su sueño de no dejar sin educación a los alumnos de las zonas tabacaleras cercanas al Paraje. En 2003 se hizo cargo de la escuela ella sola. En 2005 logró que sumaran educación física y tecnología. En 2006 incorporó el jardín itinerante. Un año más tarde, ya se enseñaba expresión artística. En 2008 logró la reapertura del EGB. Ahora necesita un portero que se encargue de la cocina y la limpieza. “Alguien para ayudar con los labores, me estoy encargando de todo y no llego”, sinceró con el peso de la tristeza y la alegría a cuestas.
De los 60 estudiantes, hay siete en nivel inicial, cinco en primero, siete en segundo, seis en tercero, siete en cuarto, siete en quinto, cinco en sexto, cuatro en séptimo, seis en octavo y otros seis en noveno. “También hay chicos de 3 y de 4 que no están inscriptos, vienen de oyentes. Todos hablan en portuñol, pero hacemos hincapié en la lectura para que aprendan español”. Es que la 739 está emplazada a 6 kilómetros de la ruta 5 y a pocos metros del margen del Río Uruguay, en el límite fronterizo con Brasil.
En Paraje Tomás Guido habitan 40 familias. Su sustento económico es la cosecha de tabaco. Trabajan la tierra de otros y venden la producción al precio que fijan tabacaleras a cambio de las semillas y los fertilizantes. Como ocurre en toda la provincia, los hijos ayudan a los padres. Los chicos faltan en los “días secos” para trabajar en el campo de tabaco. “Yo les permito que lleguen tarde porque prefiero a que asistan de esa manera, a que no lo hagan de ningún modo”.
Asombrada por las condiciones climáticas que son “cada vez peor”, Santa Isabel se compadece de la gran cantidad de misioneros afectados por el tornado aunque “estén en la otra punta”. “Nos duele muchísimo lo que está sucediendo en San Pedro. Por suerte nosotros no tuvimos más que lluvia, pero el año pasado perdimos el techo por el granizo. Estos problemas son comunes en la provincia”. Como lo son las épocas de sequía. Gracias al pozo de agua que se hizo hace unos meses, 16 familias que casi no tuvieron producción en la cosecha anterior iban cada dos o tres días a buscar agua a la escuela.
Además de pertenecer al plan de escuelas rurales del Gobierno nacional, con la 739 cooperan un centro de jubilados de La Plata, voluntarios del proyecto Simbiosis Educativa y la ONG Universitarios en Terreno . Santiago Casillas integra la última. “Los chicos tienen necesidades. Hay un par de familias que tienen problemas de salud y padecen enfermedades por la contaminación con agroquímicos. Nos preocupa que haya un sistema inapropiado de eliminación de excretas, que falten estudios del agua de la zona y la ausencia de médicos en caso de emergencia”. El centro de salud más cercano se encuentra a 8 kilómetros y el hospital a 38, en Oberá.
Como todos los años, Santa Isabel se preparó para el Día del Maestro. Pero esta ocasión es especial. En el acto recordatorio por el 121 aniversario del fallecimiento de Domingo Faustino Sarmiento, la presidente Cristina Kirchner le entregará en sus manos la mención de “maestro ilustre”. Un merecido reconocimiento que llegará con satisfacción y reclamos. “¿Qué le pedirá a Cristina?”, interrogó este medio. “Le voy a pedir que los alumnos tengan una escuela secundaria estable, que no tengan que itinerar. Acá terminan 9º y tienen que ir a la otra sede que les queda lejísimo y por eso abandonan. También le voy a pedir el asfaltado del camino. Antes iba en un Renault y el auto terminó hecho pedazos porque las continuas lluvias erosionan las vías de acceso y las piedras rompen cualquier medio de transporte”.
Aunque Marilú se siente orgullosa porque recibirá la distinción que otorga el Ministerio de Educación, su mejor reconocimiento está a 1.234 kilómetros de Buenos Aires. “Yo juego con ellos y me divierto mucho cuando me toca ocupar mi lugar como arquera en un partidito de fútbol. Me alegra el alma ver a los alumnos y ellos se dan cuenta de todo el esfuerzo”.
Si querés ayudar con la escuela rural N 739, contactate con Universitarios en Terreno: http://www.universitariosenterreno.org
[email protected]
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