A un año de la resolución ministerial que llamaba a los hospitales y centros de salud del país a comprar termómetros libres de mercurio, el Ministerio de Salud de la Nación resolvió prohibir la producción, importación y comercialización de los tensiómetros con mercurio tanto para la atención médica como para la atención veterinaria.

«Son motivo de preocupación los impactos sanitarios y ambientales que significa la cesión de mercurio al ambiente? y su consiguiente ingreso en la cadena alimentaria», puede leerse en la resolución ministerial 274/10, que prohíbe los tensiómetros con mercurio que se emplean para medir la presión arterial

Al respecto, Verónica Odriozola, coordinadora regional de la campaña Salud Sin Daño, señaló que «el Ministerio de Salud está tomando medidas para prevenir la contaminación por mercurio desde los establecimientos de salud, y es imprescindible que estos riesgos tampoco ocurran en el hogar, por eso apelamos a la responsabilidad de las farmacias, que deben evitar la venta de termómetros clínicos con mercurio y hacer más accesibles los productos alternativos».

Esa campaña, que agrupa a referentes de la Cátedra de Toxicología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, la Asociación Argentina de Toxicología y la Sociedad Argentina de Pediatría, envió una carta a las principales cadenas de farmacias minoristas para solicitarles que discontinúen la venta al público de termómetros con mercurio, que presentan el mismo impacto negativo para la salud y el medio ambiente que los tensiómetros con esta sustancia.

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