Publicado en: http://www.larazon.com.ar/notas/2007/10/10/01516585.html
EN SIMULTANEO CON CIENTIFICOS ESTADOUNIDENSES
La técnica ya se probó en pacientes sometidos a hemodiálisis. Lo hicieron a partir de un pedacito de piel de un enfermo.
Médicos argentinos y estadounidenses lograron convertir células de la piel en vasos sanguíneos e implantarlos en el cuerpo sin afectar el funcionamiento del organismo. Lo hicieron en un laboratorio, a partir de un pedacito de piel de un enfermo. La investigación, publicada en el New England Journal of Medicine, abre una esperanza para quienes padecen diabetes o enfermedades coronarias o congénitas porque permite sustituir un vaso dañado por un conducto sano.
Según la publicación, es la primera vez que vasos sanguíneos creados íntegramente a partir del propio tejido de un paciente son utilizados para este propósito. Esta investigación revalida la exitosa experiencia que ya tuvo esta técnica en dos pacientes argentinos en 2005. En esa ocación, un equipo argentino ya había probado la eficacia de esta técnica en humanos. También con resultados satisfactorios.
«Estamos muy conformes. Se trata de un primer paso muy importante para muchos pacientes para los que, hoy en día, muchas veces uno no tiene nada que ofrecer», explicó Luis d e l a Fuente, cardiólogo del Instituto Argentino de Diagnóstico y Tratamiento, quien ha dirigido la investigación.
La firma Cytograft Tissue Engineering, de Novato, California, fue la que creó estos vasos, en un proceso que demanda entre seis y nueve meses. Como derivan de las propias células del paciente, eliminan la necesidad de administrar medicamentos para el rechazo. Y como estos vasos están desprovistos de todo material sintético o armazón, no tienen posibilidades de sufrir las complicaciones habituales.
«Este técnica tiene un gran potencial dentro del campo quirúrgico vascular» explicó el Dr.
Toshiharu Shinoka, que dirige operaciones cardiovasculares pediátricas en Yale y piensa realizar estudios conjuntos con Cytograft sobre los nuevos vasos. Por su parte, el Dr. Sergio Garrido, cirujano vascular que trabaja en Buenos Aires, dijo haber implantado los vasos de Cytograft en el antebrazo con anestesia general, en una zona distinta al goteadero defectuoso. El procedimiento, según informó, demandó entre 60 y 90 minutos.