El patrón de especialización del comercio internacional no ha cambiado, según se señaló ayer durante una mesa de análisis de la inserción internacional argentina durante el Congreso de la Asociación de Economía para el Desarrollo de la Argentina (AEDA), el Woodstock de los economistas, según lo definió Matías Kulfas.
Las exportaciones de baja tecnología son las de más peso, representan el 53 por ciento del total Según Carolina Sessa, que analizó el contenido tecnológico de las ventas, “se exportan mayormente productos de sectores con baja transformación local. No obstante, se puede ver el dinamismo de otros sectores que ganaron participación y generan valor local”.
Las exportaciones de baja tecnología son las que tienen más peso y representan el 53% del total. “Pero hubo un aumento de participación de las exportaciones de sectores más industrializados, con valor agregado y generaron mayor utilización de mano de obra capacitada”, completó Sessa, al presentar un trabajo que realizó junto a Carlos Bianco.
En ese marco, la evolución de las ventas al mundo de alta tecnología señala que en el trienio 2005/2007 crecieron un 157% en comparación con el ciclo 1996/1998, con el instrumental médico, químicos, fármacos, medicamentos genéricos y autopartes como los productos más significativos.
Sobre este último punto, el sector automotor, que en los países desarrollados es de alta tecnología, en la Argentina representa un segmento de baja tecnología en relación con el desarrollo local de Investigación y Desarrollo (I+D).
COMERCIO CON CHINA. Por su parte, Ana Luz Abramovich, que se abocó a analizar la macroeconomía de la relación bilateral con China, también señaló que el grado de concentración de las exportaciones argentinas es alto “y eso plantea un riesgo”. En tanto, aclaró que “la concentración de las ventas a China aumenta mientras que al resto del mundo se mantiene”.
En ese marco, el 74% de las semillas exportadas por el país se destinan a China y el 60% de las compras de aceite que hace China tienen como proveedor a la Argentina. “La relación bilateral es asimétrica y no existe la complementariedad de la que habla el Banco Mundial”, aclaró la economista. “No es bueno depender de la demanda, pero en este contexto de crisis la relación con un país como China, que sostiene la demanda global en un marco de recesión, se transforma en una ventaja”, indicó sobre la coyuntura.
PATRICIA VALLI
http://www.elargentino.com/nota-55145-Aumentaron-las-exportaciones-industriales-pero-con-baja-tecnologia.html