Las obras se habían iniciado hace dos años y medio, durante los cuales hubo varias discusiones entre la Ciudad, a cargo de los trabajos, y la Nación, responsable de correr los rieles para que pudiesen montarse sobre el viaducto.
El túnel surgió como parte de un proyecto para prolongar la autopista Illia en 3,6 kilómetros, desde la altura de Salguero hasta conectarla con Cantilo, con el fin de permitir una salida por el norte sin semáforos, y además para sacar los camiones de Costanera Norte, al que buscan recuperar como paseo recreativo. Esta obra acompañaba otra serie de cambios en las cabeceras del Aeroparque Jorge Newbery, para ampliar la pista y mejorar las condiciones de seguridad de los vuelos.
El Ministerio de Desarrollo Urbano informó que el nuevo viaducto costó $ 64 millones y que otras obras en Costanera Norte, relacionadas con la ampliación del Aeroparque, están en marcha y cuestan $ 62 millones más. La ampliación de la Illia está parada por otro tironeo entre Nación y Ciudad.