Primero tuvieron que reciclar con cuidado las pilas, para evitar que los componentes químicos contaminaran la localidad
Los vecinos de la localidad cordobesa de Brinkmann encontraron la manera de deshacerse de las pilas gastadas y de reconstruir las plazas deterioradas, todo en una misma operación: reciclaron cerca de 30 mil pilas y las utilizaron para refaccionar la fachada de la ciudad.
Gracias a una iniciativa del municipio de la ciudad, la Comisón Vecinal Acceso Este y el grupo de Boy Scouts»San Jorge» los vecinos de la localidad, ubicada a 270 kilómetros de la capital provincial, lograron reunir 30 mil pilas gastadas, que serán sometidas a un proceso de reciclado con bentonita, una suerte de arcilla de grano muy fino.
Tal como explicó el presidente de la Comisión Vecinal, Félix Stradella, para evitar la contaminación que supone el uso de pilas sulfatadas o gastadasse introducen unas 60 o 65 en un tubo de PVC, se las recubre con la bentonita y se les agrega el excedente de cemento que sobra de los postes pretensados de la Cooperativa de Obras y Servicios local.
Así se logran los ladrillos con los que la municipalidad planea reconstruir plazas y parques de la ciudad. «Lo que buscamos es que esta idea comience a copiarse en otras ciudades para reducir el impacto contaminante», apuntó Stradella.
Hasta ahora, ya fueron renovadas dos plazas de Brinkmann gracias a este sistema y hay una tercera planeada, que llevará el nombre del cardiólogo René Favaloro para honrar también a los médicos de la ciudad del departamento cordobés de San Justo.