Desde Quilmes, en el Sur del Gran Buenos Aires y Chascomús, en el interior de la Provincia, un grupo de investigadores fue premiado por el hallazgo de un fármaco que podría detener y hasta revertir distintos tipos de fibrosis, y tratar otras enfermedades.
Se trata de un «fármaco biotecnológico con características antifibróticas, basado en el descubrimiento de una nueva proteína presente en células humanas». Este medicamento, según detallan, es capaz de neutralizar la acción de un factor de crecimiento llamado TGF-β, considerado un «regulador maestro de la fibrosis».
El producto final fue conseguido a través de la combinación de la proteína original con otra, dando lugar a una proteína recombinante denominada «Brecept«. A través de estudios realizados en diferentes modelos animales, esta proteína demostró su capacidad de «disminuir significativamente la fibrosis de pulmón, de hígado e incluso de piel. También se obtuvieron resultados alentadores en cicatrización de heridas cutáneas», revela Jorge Velasco Zamora, director de Fundación Articular de Quilmes y del Instituto Médico CER.
Zamora forma parte de esta iniciativa en el marco de la investigación traslacional (disciplina científica que busca resolver problemas clínicos a través del desarrollo de nuevas herramientas) impulsada por su fundación.
A su vez, el equipo que lleva adelante este proyecto es liderado por Ricardo Dewey, investigador independiente del CONICET en el Instituto Tecnológico de Chascomús (INTECH) perteneciente al CONICET y UNSAM.
Según afirma Jorge Velasco Zamora, el potencial de un fármaco antifibrótico como Brecept tendría «un enorme impacto en salud humana«.
«Cualquier órgano, en su afán de autoprotegerse frente a una noxa (un agente que podría causar perjuicios a un organismo), genera cantidades exageradas de tejido fibroso que conduce a su falla generalmente irreversible y potencialmente mortal. Casi la mitad de los fallecimientos en el mundo occidental se produce por algún tipo de fibrosis severa«, revela. En este sentido, el estudio demostró que, hasta el momento, el fármaco posee efectos terapéuticos beneficiosos en fibrosis de pulmón, de hígado (cirrosis) y de piel (esclerodermia).
Por otro lado, además de tratar la fibrosis, el medicamento también podría ser beneficioso para tratar otro tipo de enfermedades. «La proteína inhibida por Brecept también tiene implicancias en cáncer, enfermedades autoinmunes y cicatrización«, afirma el director de Fundación Articular de Quilmes.
Según detalla el equipo, la ventaja de este medicamento se centra en que, actualmente, hay tres medicamentos indicados en la fibrosis de pulmón, pero estos sólo ralentizan el avance de la enfermedad: «Claramente, revertir o evitar la fibrosis es una necesidad médica insatisfecha«.
El hallazgo de este biofármaco ocurrió hace más de una década, cuando el Doctor Ricardo Dewey descubrió una proteína que no había sido descripta con anterioridad y que denominó «receptor endógeno soluble del TGF». Como todo nuevo hallazgo, el conocimiento que el equipo tenía de esa proteína era casi nulo. «Allí comenzó un apasionante camino -que aún continúa- orientado a conocer en profundidad su función en el organismo», relata Zamora .
Desde ese entonces, se realizaron numerosos experimentos en laboratorios internacionales «mostrando que Brecept tiene un claro efecto antifibrótico y con nula toxicidad de acuerdo con los resultados obtenidos hasta el presente».
El estudio aún continúa en una fase preclínica, es decir, todavía no fue ensayado en humanos. «Si podemos obtener una inversión de varios millones de dólares para cumplimentar los estudios regulatorios requeridos por agencias tales como FDA, planeamos comenzar los estudios en humanos en 2025«, revelan. Una vez aprobado, el medicamento no solo estaría disponible sino que también «está asegurado un tratamiento preferencial para el Estado argentino en el suministro y valor comercial de los productos» desarrollados a partir de la tecnología de las instituciones involucradas .
«Como las patentes se encuentran a nombre de CONICET y Fundación Articular, si alcanza la etapa de comercialización, las regalías generadas serán para estas instituciones», agrega Jorge Velasco Zamora.
El proyecto fue distinguido a fines de 2021 con el Premio César Milstein a la Investigación en Biotecnología con Impacto en la Salud. Este reconocimiento fue otorgado a Ricardo Dewey, por su «dedicación y visión innovadora de la investigación y desarrollo nacionales».
Por su parte, el equipo de investigadores destaca que se trata de un hallazgo excepcional para la ciencia y la tecnología latinoamericana. «Es un orgullo formar parte de un descubrimiento argentino con el potencial de marcar un hito en la salud pública mundial«, destacan.
Fuente: Clarin