La película de Micaela Gonzalo había sido ganadora del Concurso Ópera Prima del Incaa y cuenta la historia de Jimena, que viaja a Río Grande, isla de Tierra del Fuego, al encuentro de su medio hermano Mariano.
«La chica nueva», filme de la argentina Micaela Gonzalo, recibió el premio «Coup de Cœur», máximo galardón del Festival de Cine Latinoamericano de Toulouse que se celebró entre el 19 y 28 de marzo en un formato híbrido, informó el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa).
La película de Gonzalo había sido ganadora del Concurso Ópera Prima del Incaa, cuenta la historia de Jimena, que viaja a Río Grande, isla de Tierra del Fuego, al encuentro de su medio hermano Mariano.
Casi sin dinero para el pasaje se las arregla para llegar con la única esperanza de que esa región fabril la reciba. El viento, el frío, y el complejo contexto de crisis económica son el marco donde Jimena desarrollará su empatía y pertenencia en relación a las personas que la rodean para, por fin, reconocerse.
El jurado del festival de cine latino más importante de Europa destacó en su decisión «el talento» con el que Gonzalo puso en relación «las transformaciones» de la protagonista, la joven Jimena encarnada por la actriz Mora Arenillas, y las de la sociedad de trabajo.
Además, lacoproducción entre Chile y la Argentina «Tengo miedo torero», de Rodrigo Sepúlveda, ganadora del concurso Incaa – Ministerio de Cultura de Chile, obtuvo el «Premio Cine», y el «Premio del Público».
En tanto, el actor chileno Alfredo Castro recibió una Mención Especial por su trabajo en la película argentina «Karnawal», de Juan Pablo Félix, que había ganado el Concurso de Largometrajes de Ficción del Incaa en 2015.
Cinélatino tuvo su primera edición en 1989. Este año, el certamen que en cada edición reúne a más de 50.000 participantes y proyecta unos 170 filmes, tiene previsto celebrar un programa presencial entre el 9 y el 13 de junio.
El perro que no calla, de Ana Katz, se llevó el premio de la sección Big Screen de la muestra independiente, dotado con 30.000 euros. El premio mayor -reservado a operas primas- fue para la india Pebbles. Cómo funcionó la versión «mixta» de un festival central en la agenda anual.
Con entrega de premios culminó lo que en este año particular ha sido la primera parte del prestigioso Festival Internacional de cine de Rotterdam (IFFR), que continuará con su apuesta a lo híbrido con actividades hasta su (esperemos) cierre presencial en junio de este año. El premio mayor de la 50° IFFR fue para la india Pebbles, de Vinothraj P.S, en tanto que el jurado decidió otorgar dos galardones especiales a la francesa I comete – A corsican summer, de Pascal Tagnati y la kosovar Looking for venera, de Norika Sefa.
Si la competencia más conocida apunta a nuevos valores, a la búsqueda de lo emergente, en la competencia Big screen conviven realizadores nóveles con otros de mayor experiencia, películas populares, experimentales y de arte y ensayo. Y, en ella, la gran ganadora fue la argentina El perro que no calla de la siempre sutil y sensible realizadora Ana Katz. Con esto, la directora de Sueño Florianópolis asegura la distribución en Holanda de un hermoso y lírico ensayo en el que en los episodios que componen la trama se acercan, de algún modo, al incierto devenir humano. El reconocimiento de la crítica expresado por FIPRESCI, por su parte fue para la tailandesa The edge of Daybreak, de Taiki Sakpisit.
Diversidad de orígenes y temáticas, se puede encontrar un hilo conductor en los galardones que han sabido esquivar las apuestas más gruesas a la explotación de temas de impacto y a ciertos abusos en la reiteración de cantinelas políticamente correctas. La decisión de reconocer con un premio especial del jurado a la película francesa que sigue, coralmente, un verano en Córcega (muy merecido) puede generar algún debate, dadas las altas dosis de testosterona del film. Los jurados han apreciado las búsquedas formales, la personalidad de las miradas antes que el tema abordado en las películas, algo inusual.
Los premios pueden dar una idea de un festival que supo conservar su esencia. Pero deben destacarse otras películas que habrá que tener presentes en el futuro: la costarricense Aurora, de Paz Fábrega (sutil abordaje de la relación entre una adolescente embarazada y una profesora de arte); la australiana Friends and strangers, de James Vaughan (con una deriva rohmeriana cercana a Wes Anderson y Martín Rejtman); la japonesa Aristocrats, de Sode Yukiko (melodrama de baja intensidad sobre la tristeza existencial de la clase nipona acomodada) y la nueva película de Julien Faraut, el director de la inolvidable John McEnroe: in the realm of perfection, que emociona y divierte con Les sorcières de l’orient (nombre con que se conoció al excepcional equipo de volley femenino japonés).
Selena Sánchez fue elegida entre autores de 42 países por su cuento “Con los que hoy uno se encuentra en la calle”. “Sentí que mi cabeza tenía mucho que decir”, afirmó, feliz y sorprendida por el reconocimiento.
La tercera edición del Mundial de Escritura terminó con cifras récord de participación: 8.685 personas de 42 países, 676 equipos de adultos, 84 adolescentes y 76 equipos de chicos recibieron diariamente ejercicios de escritura sugeridos por reconocidos autores internacionales como el galés Cynan Jones, la mexicana Fernanda Melchor y el cantante y compositor argentino Santiago Motorizado.
En la categoría hasta 18 años, el jurado le otorgó el primer premio a Selena Sánchez, de la ciudad de Garín, quien presentó el texto Con los que hoy uno se encuentra en la calle.
“Todo fue muy repentino. Sinceramente no soy de escribir mucho. Soy alguien que más bien se desenvuelve en las artes plásticas. Pero esta vez los dibujos en mi papel tomaron otra forma, la forma de letras”, afirmó la ganadora.
El premio por haber ganado es un año de suscripción al club del libro Pez Banana y un taller de escritura exclusivo del escritor Santiago Llach, quien junto a Catalina Lascano es uno de los organizadores del certamen, que busca estimular el ejercicio de la escritura.
“No me permití fallar en la entrega de mis textos. Yo misma me sorprendí escribiendo cada día algo nuevo. Sentí que mi cabeza tenía mucho que decir”, contó la joven.
Fueron Ana Navajas, Julia Szejnblum y María José Navia los jurados que se encargaron de definir el texto ganador de la categoría hasta 18 años. El segundo puesto se lo llevó Bici, de Milagros Porta, y el tercero fue para Bolsillos, de Ulises Misses.
En categoría general, el texto La Luchita, del mexicano Dalmau Costa Villegas, obtuvo el primer puesto. En paralelo, el Mundial de Poesía lo ganó el argentino Ignacio Valiente, con Nacido sordo.
La propuesta que surgió del gobierno de esa provincia ganó este miércoles la votación en la sede de la ONU en París y despertó los festejos en la provincia. El chamamé se suma así al tango y al fileteado porteño que ya son patrimonio de la humanidad.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) declaró al chamamé, la tradicional música y danza litoraleña como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por su trascendental aporte a la cultura en todo el continente.
«Para todos los que amamos el chamamé, hoy es un día de celebración y de júbilo. Nuestras más sinceras felicitaciones a la provincia de Corrientes y a todo el litoral. Y nuestro agradecimiento para todas y todos lo que trabajaron para que esta declaración tan importante sea posible. ¡Qué viva el chamamé! Esa música que nos pertenece a todas y todos los argentinos», afirmó el ministro de Cultura de la Nación, Tristán Bauer, a través de un video difundido por las redes sociales.
El chamamé, que se convirtió de este modo en el tercer bien cultural argentino declarado patrimonio de la humanidad, luego del tango y el fileteado porteño, es una expresión que se vive, se baila y se canta; abarca la provincia de Corrientes, toda la zona del Litoral, y también tiene presencia en Paraguay, Uruguay y Brasil.
Este año la música litoraleña tuvo dos grandes pérdidas; a los 80 años fallecieron la cantora correntina Ramona Galarza, gran referente del género, y el cura y cantautor Pai Julián Zini, quien recorrió el país llevando su música y como sacerdote al frente de parroquias e iglesias.
Los y las pioneras del chamamé
Entre los creadores del género se cuentan Emilio Chamorro, Mauricio Valenzuela, Ernesto Montiel, Tránsito Cocomarola e Isaco Abitbol. Luego, entre 1940 y 1960, aportaron lo suyo Tarragó Ros, Ramón Ayala, Mario Millán Medina, Blas Martínez Riera, Los hermanos Barrios, quienes hicieron popular al género.
En la década siguiente aparecieron Teresa Parodi, Pocho Roch, Antonio Tarragó Ros, Mario Bofill, las hermanas Vera y Rosendo y Ofelia. Luego llegaron Los de Imaguaré, Raúl Barboza, Rudi y Nini Flores, Chango Spasiuk, entre otros, que continuaron ese camino.
Curiosamente el primer chamamé grabado, que figura en los registros, es «Corrientes poty» (1930), compuesto por Francisco Pracánico, oriundo de San Fernando, provincia de Buenos Aires e interpretado por el paraguayo Samuel Aguayo.
Vigilia y festejos
Desde la provincia de Corrientes se realizó una vigilia para seguir la sesión del Comité Intergubernamental de la Unesco, que tuvo a su cargo en París la votación para definir la propuesta del Estado argentino. El Ministerio de Cultura de Nación, de Conaplu (Comisión Argentina de Cooperación con la Unesco), la Cancillería Argentina y el Gobierno de Corrientes trabajaban en forma conjunta para la postulación desde 2016.
Esta decisión que tomó la Unesco implica una gran difusión del chamamé a nivel mundial, la circulación de artistas y canciones y también pensar en políticas públicas a largo plazo orientadas al género desde la difusión, la producción y la educación.
El chamamé compitió en París con otras 39 expresiones culturales de otros países del mundo, como el reggae de Jamaica, el Mwinoghe, danza de júbilo de Malawi; las parrandas cubanas, las tamboradas españolas. El Patrimonio Cultural Inmaterial o «patrimonio vivo» se refiere a las prácticas, expresiones, saberes o técnicas transmitidos por las comunidades de generación en generación.
Según la Unesco, este reconocimiento mundial «proporciona a las comunidades un sentimiento de identidad y de continuidad, favorece la creatividad y el bienestar social, contribuye a la gestión del entorno natural y social y genera ingresos económicos».
El filme que había recibido premios y menciones en el Festival Internacional de Mar del Plata de 2019 y en el de Locarno, narra los conflictos en un hogar de monjas que cuidan a madres adolescentes.
La directora argentina Maura Delpero fue premiada con el Premio Women In Motion Young Talent 2020 por su filme «Hogar», otorgado por el grupo Kering y el Festival de Cine de Cannes.
El premio persigue el objetivo de apoyar la creación cinematográfica entre la gente joven.
«Recibir este premio este año es particularmente importante porque todos nos sentimos un poco estancados y este premio nos pone a mirar el futuro», dijo Delpero en un video de agradecimiento.
El filme ya había recibido premios y menciones en el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata de 2019 y en el de Locarno del mismo año, además de en el Festival Annecy Cine Italiano y en el Reykjavik (Islandia) International Film Festival.
La cinta, que se estrenó en diciembre del año pasado en las salas argentinas, narra los conflictos que se viven en un hogar de monjas que cuidan a madres adolescentes.
Las monjas ofrecen residencia a las jóvenes con la condición de que cumplan las reglas y permitan que sus hijos reciban orientación religiosa. En este centro de Buenos Aires, las madres adolescentes y las monjas conviven en una delicada situación.
La directora italiana -radicada en la Argentina- estuvo trabajando en un “hogar” durante cuatro años, motivo por el que su película se basa libremente en las experiencias que vivió por aquel entonces. En una ocasión, Delpero vio a una monja sostener el bebé de una madre adolescente. En ese momento, encontró la inspiración para comenzar a escribir el guion de la película.
El elenco está encabezado por Denise Carrizo, Agustina Malale, Lidiya Liberman, Marta Lubos y Livia Fernán.
El escritor nacido en Chivilcoy ganó el Premio Anna Seghers, que concede 12.500 euros. Es el tercer argentino en conseguirlo, después de Miguel Vitagliano y Fabián Casas.
Por Daniel Gigena
Un nuevo escritor argentino fue premiado en el extranjero. Este viernes 20 de noviembre, el escritor Hernán Ronsino recibió el premio alemán Anna Seghers, que concede 12.500 euros. La Fundación Anna Seghers entrega en forma habitual dos premios por año, a un escritor alemán o europeo y a otro latinoamericano, en ambos casos bajo la difusa categoría de “escritor joven”. Ronsino es, después de Miguel Vitagliano y Fabián Casas, el tercer argentino en obtenerlo. Entre otros, las chilenas Alejandra Costamagna, Pedro Lemebel y Lina Meruane, las mexicanas Carmen Boullosa, Guadalupe Nettel y Fernanda Melchor, la nicaragüense Gioconda Belli, la salvadoreña Claudia Hernández y el peruano Alonso Cueto han recibido el galardón. Junto con Ronsino, se premió a la escritora croata-suiza Ivna Zic. El jueves se cumplieron 120 años del nacimiento de la escritora Anna Seghers. Ronsino nació en Chivilcoy en 1975, es sociólogo y docente en la Universidad de Buenos Aires, y autor de una sólida obra narrativa que se inició en 2003 con un libro de cuentos hoy inhallable: Te vomitaré de mi boca. Su primera novela, La descomposición, de entonación saeriana e imaginario onettiano, se publicó en 2007. En 2009 se lanzó Glaxo, también ambientada en Chivilcoy, y en 2013 dio a conocer Lumbre, donde aparece el personaje de Julio Cortázar (pero con uno de sus seudónimos: Julio Denis) y un escritor que fue asesinado en Chivilcoy: Carlos Ortiz. La preocupación por la violencia es uno de los ejes de la literatura ronsiana. Con esta novela cerró su “trilogía pampeana” y, en 2018, publicó Cameron. Es autor de un libro de ensayos, Notas de campo, título que refiere tanto a su lugar de procedencia como a la formación académica.
El escritor mantuvo un diálogo con una de los jurados del premio, Dagmar Ploetz, desde el canal de YouTube de la Literaturforum im Brecht-Haus; ella desde Berlín y él desde su casa en Chivilcoy, con el canto de los pájaros de fondo. Ploetz indicó que las tres primeras novelas de Ronsino se arraigan en el idioma de la localidad natal del escritor y exploran la memoria personal y colectiva de una ciudad que en alguna época fue modelo de progreso en la Argentina. No pasa eso con la breve y eficaz Cameron. Sus novelas fueron traducidas al alemán por el sello Bilger Verlag. “La sociología me ayudó mucho como manera de pensar –dijo el escritor ante una pregunta de Ploetz-. Como un mecanismo para pensar lo que está naturalizado en el lenguaje, aunque a la hora de escribir ficción guardo esas herramientas en un rincón”. También anticipó que en el verano de 2021 presentará a su sello editorial, Eterna Cadencia, una nueva novela. “Está protagonizada por un pianista que detesta ser pianista –contó-. Estuve pensando mucho en torno a la música”. Por último, leyó un texto escrito durante la pandemia, donde cita un poema de la uruguaya Delmira Agustini. A continuación, un intérprete lo tradujo a la lengua de Goethe.
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