La fábrica de aviones Petrel firmó un convenio con la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) para desarrollar aeronaves impulsadas por energía eléctrica. La compañía anunció en su cuenta de Twitter que el acuerdo incluye investigación y desarrollo de nuevos perfiles aerodinámicos, winglets, nuevos materiales modernos y vanguardia tecnológica.
La compañía detalló que a partir de la firma del convenio trabajarán con la UNLP y con estudiantes e ingenieros egresados en la elaboración de un prototipo. El objetivo final es tener un avión experimental, que podría estar concluido en un año desde que se inicien los trabajos. Aún no está determinada la inversión necesaria, ya que dependerá en gran medida de los recursos que pueda aportar la universidad.
«Hace tiempo que veníamos hablando con la UNLP. Ellos tienen un túnel de viento y nos lo habían ofrecido. El acuerdo incluye la posibilidad de que estudiantes de grado y de posgrado vayan a la planta a hacer pasantías«, explicó a El Cronista Carlos Antonietti, CEO de Petrel.
La aviación es parte de la historia de Antonietti. Piloto desde los 16 años, es hijo de unos fundadores de la Federación Argentina de Cámaras Agroaérea. Es, además, sobrino del brigadier (R) Andrés Antonietti, que fue jefe de la Casa Militar y secretario de Seguridad durante el gobierno de Carlos Menem.
Este es el segundo paso de Antonietti por Petrel. Hace tres años se sumó al área comercial, con el objetivo de hacer competitiva la compañía «cuando parecía que iba a ser devorada por aviones de mucha menos calidad».
«La idea es aprovechar el conocimiento y la experiencia que tiene la UNLP en vehículos eléctricos terrestres y ver cómo se puede adaptar a la aviación. Vamos a trabajar también con la Cámara Argentina Aeroespacial y una fábrica nacional de baterías de litio«, agregó y señaló que todavía falta el «trabajo duro» de sentarse, y ver con qué materiales y procesos llevarán a cabo el proyecto.
Aún hay poco desarrollo en el mundo en materia de aviones eléctricos, explicó Antonietti. Como antecedente, citó a un modelo realizado en Eslovenia, que ya tiene los motores certificados para volar.
«La electricidad tiene múltiples ventajas desde el precio de combustible hasta la menor emisión de carbono. Entonces, se puede bajar considerablemente el costo de la hora de vuelo. Y lo que vemos es que hay científicos, laboratorios e ingenieros que permiten hacer este tipo de desarrollos en el país», dijo.
En mayo pasado, Petrel había tenido que cerrar la planta que posee en la localidad bonaerense de Gowland dedicada a la construcción de aeronaves livianas VLA (Very Light Aircraft) y LSA (Light Sport Aircraft) de hasta 750 kilos. En ese momento, la compañía había culpado a la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) por no haberles dado autorización a realizar vuelos de mantenimiento, de producción o de investigación y desarrollo.
Según detalló Antonietti, el cierre se debió a un malentendido con la ANAC. Eso generó demoras en los permisos y tener que hacer trámites de nuevo.
«Falta solo una inspección para poder reabrir la planta. Pero ya está todo terminado y tenemos todo listo para tener los certificados», aseguró.
El cierre se produjo antes de que se pudiera completar la exportación de ocho aeronaves a Colombia, que la empresa había anunciado en enero. Se trata de la primera venta al exterior en 42 años de un avión civil fabricado en la Argentina.
Esta operación todavía se mantiene en pie. Las aeronaves están listas para ser llevadas al exterior, a la espera de que la ANAC dé el visto bueno.
Fuente: Cronista