«Vemos un fuerte rebote del crecimiento en Argentina respecto de lo que estimábamos en el informe correspondiente a octubre del año pasado. Esto es en parte producto de la demanda pujante en la región, que incluye a Brasil», dijo el economista Jorg Decressin durante la conferencia de prensa presidida por Olivier Blanchard, economista jefe del FMI, Olivier Blanchard que se llevó a cabo en las oficinas centrales del Fondo Monetario Internacional.
Decressin explicó que el crecimiento obedece a dos factores: los altos precios de los commodities y el fuerte ingreso de capitales. Si bien celebró el alto crecimiento de Argentina, al decir que «son buenas noticias para la economía» pues a su juicio permitirá «ayudar a reducir el desempleo que aún es bastante alto».
Cabe recordar que la última tasa oficial de desempleo publicada por el Indec ubicó el desempleo en 7,3% para 2010, aunque en el World Economic Outlook el organismo estima que el desempleo en Argentina aumentará llegando al 9%, aunque no se explican las causas de este incremento. En tanto, para 2012 vuelve a estimar una caída de la desocupación al ubicarlo en 8,5%.
La crítica hacía las políticas heterodoxas que implementa la administración de Cristina de Kirchner no tardó en llegar cuando el economista advirtió que Argentina debería comenzar a aplicar políticas «menos procíclicas» para así estar en condiciones de enfrentar crisis externas o una desaceleración de la demanda mundial. «Si eso ocurre, la economía entonces estará también en mejor forma para sobrellevar nuevas crisis, en caso de que se produzca alguna».
En este sentido, el Fondo considera que algunos países de la región como es el caso de Argentina «enfrentan el riesgo de un sobrecalentamiento de sus economías». Al respecto, señala que en las economías con superávits externos, muchas de las cuales tienen un tipo de cambio dirigido y no enfrentan problema fiscales, (como podría ser el caso de Argentina) «el endurecimiento de la política monetaria y la apreciación del tipo de cambio son necesarios para mantener el equilibrio interno. Poniendo freno a la presión inflacionaria y a la expansión excesiva del crédito», consigna el Reporte Económico Mundial del FMI. Recomendaciones que para el gobierno no son apropiadas de implementar porque frenarían la demanda interna, como ha señalado en más de una ocasión el ministro de Economía, Amado Boudou.
Los altos precios de las materias primas que explican en gran parte el fuerte crecimiento de la región y de los países emergentes, sin embargo, tienen un efecto negativo en los sectores de menores recursos. Respecto a la pobreza, el organismo multilateral advierte que «muchas economías emergentes y en desarrollo tendrán que proporcionar un respaldo bien focalizado a los hogares pobres que luchan con los elevados precios de los alimentos».
Fuente : Ambito Financiero
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