La experiencia de 50 brasileños que cursan un doctorado en Ciencias Jurídicas
Los abogados de Brasil, atentos a las palabras del profesor Eduardo Tinant, en la Casa de Postrgados de la facultad de Derecho En pleno receso de verano, cuando las aulas todavía apestan por el olor a encierro y humedad, en la Casa de Postgrados de la facultad de Derecho de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), en 47 entre 5 y 6, el movimiento de personas es incesante desde el 11 de enero. Es que unos 50 abogados, provenientes de distintos estados de Brasil, llegaron a La Plata para cursar los postgrados que dicta la unidad académica y que otorgan créditos para cursar el doctorado en Ciencias Jurídicas. En efecto, la UNLP no se detiene y continúa engrosando los pergaminos que la señalan como una de las mejores de América Latina.
Desde el primer piso de la antigua casona que posee la facultad, se oyen aplausos. La clase había terminado. El entusiasmo, no.
De tono amable, los brasileños expresan su fascinación por la ciudad y sorprende la contundencia y unanimidad de las respuestas cuando son consultados por las motivaciones que los trajeron hasta La Plata con el propósito de estudiar: «Porque es una de las mejores universidades de América Latina y la calidad de los profesores es excelente».
EXCELENCIA. Israel Nunes Silva se despega por un instante del monitor de la computadora para conversar y se excusa por lo que él considera un empobrecido español, pero nada de eso es cierto. «Estamos acá porque la Universidad Nacional de La Plata es una de las mejores universidades de América Latina, my respetada en Brasil, y con buenos profesores», cuenta. El joven abogado subraya la importancia de poder formarse para trasladar sus experiencias y conocimientos a su país natal. Es que como Israel, el resto de los estudiantes se desempeña como docente en universidades públicas y privadas de Brasil, por lo que otorgan otra dimensión a la formación personal. «Los estudios que estamos haciendo acá son importantes para llevar a Brasil», destaca Israel, luego de subrayar que las autoridades de Derecho «eligieron a los mejores profesores» para estar al frente de las clases.
En sintonía, Stella Carillo opina: «En Brasil es muy difícil estudiar. Se toman muchas pruebas para tener la oportunidad de estudiar en una universidad pública, mientras que acá, las puertas están abiertas para quien quiera cursar un estudio. Además, los profesores son de altísima calidad. Me gusta aprender con los ejemplos de ellos, por la calidad de sus conocimientos, que son muy sólidos».
En una suerte de comparación entre la educación superior brasilera y la argentina, Israel cuenta: «Aquí (por las casas de estudio argentinas), los profesores están muy en contacto con lo que pasa en el mundo, respecto de las relaciones internacionales y son más avanzados (que en Brasil)».
El profesor a cargo de la clase, Eduardo Tinant, dirige la mirada hacia el suelo mientras enrolla los cables de un proyector. Sabe que muchos de lo comentarios lo tienen como blanco. Como los de Tánia Imara Birges, que no para de halagarlo y quiere inmortalizar el momento con una seguidilla de fotografías.
La mujer tiene 53 años. Es divertida y amable. Puede adivinarse fácilmente su fascinación por la ciudad de las diagonales. «La Plata es bellísima, tranquila. Una de las cosas que más me gustó es la Catedral; es extraordinaria», afirmó.
Seleccionada por el estado brasileño para emprender variadas capacitaciones por Europa y América Latina, Tánia destaca lo mismo que sus compañeros respecto de la calidad de los profesores locales.
Consultada sobre qué experiencia recoge en La Plata para trasladarla a las aulas brasileras, afirma: «La necesidad de un cambio profundo de comportamiento, tanto en las esferas públicas como en las esferas privadas. Particularmente, hay que hacer un esfuerzo muy grande para cambiar las concepciones de las teorías del Derecho y de las filosofías del Derecho». «Estoy aquí esencialmente buscando este cambio, que es indispensable», concluyó.
«Mis profesores siempre me hablaban de la Universidad Nacional de La Plata como una de las mejores», recordó Rennan Faria Thamay, un joven abogado de 25 años que dicta clases en universidades de Brasil y Estados Unidos. «Vine a desarrollar una investigación en Derecho Procesal Civil. En ese campo, la UNLP es la mejor universidad; incluso mejor que la Universidad de Buenos Aires (UBA)», señaló, al tiempo que dijo comprender por qué sus profesores le sugerían formarse en La Plata.
«En mis clases siempre hablo de la UNLP. Es muy buena, rica y muy comprometida con la formación intelectual. Los profesores son excelentes, siempre comprometidos y de mucho conocimiento», destacó.
http://www.elargentino.com/nota-75750-seccion-112-Excelencia-academica-el-gran-capital-de-la-UNLP-que-atrae-a-profesionales-extranjeros.html