El INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, la CTA ( Central de los Trabajadores Argentinos) y la UNCuyo (Universidad Nacional de Cuyo) construyen una casa ecológica en Cápiz
Inta-uncuyo y otras entidades participan de esta iniciativa experimental que rescata materiales tradicionales e incorpora nuevos, como los envases pet. (Miguel Videla / Los Andes)
Vecinos de esta localidad sancarlina participan del proyecto que utiliza rollizos, barro y envases plásticos que sirven de aislante y para alivianar la estructura. Cuenta con una base de cemento, tiene 79 metros cubiertos y cuesta alrededor de $ 20.000.
En lugar de las habituales vigas de hierro que se suelen ver en las viviendas en construcción, en la localidad de Cápiz (San Carlos) hay una que tiene todo su esqueleto hecho con troncos y rollizos de distinto grosor.
Pallets de madera van dando forma a los muros y entre ellos se acumulan envases de plástico, que luego serán cubiertos con barro. Se trata de un proyecto del que participan diversas instituciones y organizaciones sociales, y que apunta al rescate de la técnica tradicional de la quincha, que es más económica y amigable con el medio ambiente.
Aunque por el momento sólo se está construyendo una vivienda, a modo de experiencia piloto y para ofrecer una respuesta a una familia que había sido desalojada, estudiantes de la UNCuyo están registrando la tarea para que luego se pueda replicar. Por otra parte, el plano de esta edificación, que obtuvo aprobación municipal, será presentado al Concejo Deliberante para que sea uno de los tipos que los vecinos puedan obtener en la comuna en forma gratuita.
«La quincha es una construcción tradicional, que es accesible ya que utiliza materiales locales y además porque no es necesario cocinar el ladrillo», resalta Ricardo Dengra, del Centro de Formación para el Desarrollo Sustentable La Quincha.
Esta institución funcionó durante un tiempo en una vivienda levantada con este método, en el barrio Juventud Sancarlino. Y destacan que, pese a que la casa ya ha cumplido 20 años y no ha recibido mantenimiento, se mantiene en pie y en buenas condiciones.
El director de Vivienda de San Carlos, Miguel Funes, explica que se suele asociar la construcción en barro a la pobreza, a las vinchucas y a estructuras que se caen con un terremoto. Pero subrayó que desde hace un tiempo se está revalorizando el uso de tierra cruda y que para esta prueba piloto se usó un sistema de quincha modificada, que ideó la arquitecta Adriana Saua, con una fundación de hormigón y estructura sismo resistente.
Cómo nació
El proyecto comenzó a gestarse el año pasado, cuando en el marco de los talleres que la Subsecretaría de Agricultura Familiar dicta en la zona, las familias rurales manifestaron su necesidad de viviendas.
Servando Burgos, delegado regional del organismo, explicó que no hay programas que apunten a la vivienda rural y que por eso optaron por una construcción accesible para la gente del campo. De hecho, estiman que en total se invertirán unos 20 mil pesos en materiales, cuando el costo de las viviendas sociales ronda los 80 mil.
Si bien la inquietud nació desde la Subsecretaría de Agricultura Familiar, se fueron sumando otros actores. No sólo para que cada uno aportara sus conocimientos, sino también dinero para poder concretar el proyecto.
Así se involucraron el Centro de Formación para el Desarrollo Sustentable La Quincha -donde funciona el Banco de la Buena Fe-, la comuna de San Carlos, el INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, la CTA (Central de los Trabajadores Argentinos) y la UNCuyo.
Una tarea compartida
La familia que será dueña de la casa fue designada por la Unión Vecinal de Cápiz porque trabajaban y vivían en una finca, por lo que cuando perdieron el trabajo también se quedaron sin lugar para vivir. El padre de la futura dueña les cedió una parte de su propio terreno, donde ya se puede observar la forma de la vivienda, que esperan esté lista en octubre.
Pese a que la obra podría terminarse en unos días, en este caso tomará un año porque la familia -acompañada por la arquitecta y el albañil- sólo se puede dedicar a la tarea dos veces por semana. Mientras una vez al mes, cuando se realizan los talleres, colaboran estudiantes de la UNCuyo (ver aparte). Pero también porque para todos es un aprendizaje.
«A veces se quedan dos horas mirando un palo porque no saben cómo ponerlo» se ríe Elizabeth Paz, una de las mujeres de la familia, que se ha encargado de ir recolectando los envases plásticos que colocan en los muros como aislante y para que sea más liviana la estructura.
Lo llamativo es que los futuros dueños participaron en el diseño de la casa, en función de sus necesidades. De esta manera surgió un prototipo de vivienda rural, que tiene una superficie de 79 metros cubiertos y es una edificación modular, lo que permite ir avanzando en cada módulo -húmedo (sic) y despensa, comedor y un dormitorio, y dos dormitorios más- cuando se reúnen los fondos.
El titular de Vivienda de San Carlos indicó que además de establecerlo como un plano típico municipal, está previsto capacitar al personal de la comuna en esta metodología para que puedan hacer el seguimiento de obra. Y hasta piensa que en un futuro podría enseñarse a construir con quincha en las escuelas. Sandra Conte – [email protected]
http://www.losandes.com.ar/notas/2010/6/27/departamentales-499055.asp